Cambio de compañía eléctrica

En el último año, y debido al incremento del precio de la luz, se ha producido un trasiego importante de clientes entre empresas buscando la “mejor tarifa” con la que aplacar el impacto de la subida continuada en las facturas. Al margen de lo anecdótico, conviene conocer los pasos básicos más allá de las palabras edulcoradas de la oferta.

Antes de realizar el cambio de compañía hay que diferenciar entre el mercado libre y el regulado. Si se está en el mercado regulado (PVPC) y además acogido al bono social, difícilmente se va a conseguir una oferta mejor. Dicho esto –y para el resto– antes de firmar nada hay que saber si el contrato que tenemos con la otra empresa cuenta o no con una cláusula de permanencia. Si existe permanencia y se quiere continuar con el cambio de compañía, el usuario tendrá que abonar una penalización que no debe superar el 5% del precio del contrato para la energía estimada pendiente de suministrar. De ahí que se debe leer de forma concienzuda todos los términos del contrato y a qué nos obliga el mismo, porque a veces lo barato sale caro.

Aunque no se tenga permanencia en el contrato, hay situaciones que pueden acarrear un coste para el usuario que cambia de compañía. Por ejemplo, si queremos un cambio de aumento de potencia habrá gastos adicionales que pueden suponer alrededor de 50€ por cada kW aumentado. O a la inversa, en caso de reducción de potencia: el usuario deberá abonar 9,04€ más impuestos en concepto de derechos de enganche.

Si con todo se decide por el cambio lo siguiente es aportar los datos del titular, el código CUPS o dirección del punto de suministro, los datos bancarios y la potencia que deseamos contratar. En caso de vivienda nueva se deberá aportar el Boletín eléctrico. El proceso dura unos 15-20 días y el cambio es totalmente gratuito (con las salvedades que he marcado). Eso sí, habrá que estar al corriente de pago con la anterior empresa. No hay que pasar por alto el cotejar bien tanto en la última factura como en la nueva la fecha desde la que se termina una y empieza la nueva.