Futuro del eléctrico: bajar peso y potencia
En un momento en el que el elevado coste de las materias primas está poniendo en jaque el futuro del coche eléctrico a nivel mundial, un pequeño fabricante de coches radicado en las inmediaciones de Burdeos ha dado con las claves de la movilidad eléctrica sostenible: vehículos más ligeros, con menos potencia y ensamblados en pequeños talleres.
Y es que uno de los mayores errores que se está cometiendo con los coches eléctricos es tratar de imitar las mismas prestaciones de los modelos de combustión, en muchos casos SUV de gran tamaño con cientos de caballos de potencia y cientos de kilómetros de autonomía. Un esquema que, trasladado al vehículo eléctrico, supone una gran contradicción.
Pues bien, con el objetivo de resolver este entuerto, la marca Gazelle Tech, con sede en la localidad de Blanquefort, ha desarrollado un vehículo ultraligero de bajo impacto medio- ambiental que espera comercializar en 2024 y que ha bautizado como el 2CV del siglo XXI.
Su fundador, el ingeniero Gaël Lavaud, parte de la constatación de que «el 75% del consumo de un vehículo está vinculado a su peso», motivo por el que ha desarrollado una tecnología patentada en materiales compuestos, a base de fibra de vidrio, con el fin de aligerar drásticamente el peso del coche.
El resultado es un vehículo urbano que, a primera vista, no parece precisamente ligero, ya que sus ventanillas laterales de pequeño tamaño le dan un aspecto de coche blindado. Pero puesto sobre la báscula, arroja un peso de 900 kilos, frente a los más de 1.500 que pesan sus competidores. «Esta tecnología permite conservar la comodidad y la seguridad de un vehículo moderno y, al mismo tiempo, recuperar la ligereza que se ha perdido con el paso de los años debido a la complejidad de los vehículos», explica Gaël Lavaud, que dice haberse inspirado en el «mundo de los cuadriciclos» sin licencia.
Para este ingeniero, doctor en mecánica, que trabajó en Renault en el ámbito del aligeramiento de los chasis y de los motores, y que luego desarrolló vehículos utilitarios eléctricos en Goupil, «fabricar ligero existe desde hace mucho tiempo. Lo difícil es hacerlo ligero y robusto».
Batería de 20 kWh. Al margen del peso, otro de los aspectos clave es su esquema de propulsión. Frente a las baterías de entre 50 y 100 kWh que se instalan hoy día en la mayoría de los coches, este vehículo funciona con baterías de 20 kWh, que se recargan en cuatro horas por aproximadamente dos euros en cualquier enchufe doméstico. La autonomía que ofrece es de 180 kilómetros, más que suficiente para los desplazamientos urbanos.
La Agencia de Transición Ecológica francesa, en su último dictamen publicado recientemente, indica que para que un coche tenga un impacto de carbono dos a tres veces inferior al de un modelo similar térmico, debe tener una batería «de capacidad razonable, inferior a 60 kWh. Con una batería de mayor tamaño –prosigue–, el interés medioambiental no está garantizado».
Una idea en la que incide el responsable de Gazelle. «Un litro de gasolina son 10 kilos de baterías. Si hacemos el cálculo, para el equivalente de 50 litros de gasolina, necesitamos 500 kilos de baterías», sostiene Gaël Lavaud.
Así pues, el objetivo de Gazelle Tech es competir con modelos como el Dacia Spring, el eléctrico más barato del mercado europeo, ya que tendría un precio similar: 20.000 euros sin contar las ayudas estatales.
Por último, la tercera clave de la sostenibilidad de este vehículo radica en su modo de fabricación. En las antípodas de las gigantescas fábricas de las principales marcas, el Gazelle se ensamblará en «microestaciones» formadas por contenedores acondicionados. Porque con su filosofía de «2CV del siglo XXI», su chasis se ensambla «como un Lego».
«Cada operario será capaz de montar un vehículo de la A a la Z. Esto permitirá mantener el empleo allí donde corre el riesgo de desaparecer como consecuencia de la transición a la electricidad y devolver el sentido al trabajo», asegura el inventor.
La empresa ha suscrito un acuerdo con la AFPA (Centro de Formación Profesional Cualificada para Adultos) que ofrecerá formación para montar y mantener el Gazelle «en cualquier concesionario de automóviles».
Yadea presenta su nueva gama de motos eléctricas a precios asequibles.
El fabricante chino Yadea, en asociación con el diseñador sueco Beckers, ha presentado su nueva gama de scooters eléctricas caracterizadas por sus precios asequibles. El modelo más económico es el T9L Plus, que ofrece 98 kms de autonomía por un precio de 2.550 euros. El G5 Pro, más potente, cuesta 3.250 euros; el G5 S, equivalente a una motocicleta, cuesta 4.190 euros; y el C1S Pro, que destaca por un motor de 6.000 vatios, cuesta 4.890 euros. Además, habrá dos modelos orientados hacia los profesionales, el Y1S y el Y1S Pro, ambos con doble batería extraíble para recarga externa.
Ogier gana el rally de Catalunya y Tänak dice adiós a Hyundai.
El piloto francés Sebastien Ogier (Toyota GR Yaris), ocho veces campeón del mundo, se impuso de principio a fin en el Rally de Catalunya por delante del belga Thierry Neuville (Hyundai) y del finlandés Kalle Rovanperä, campeón del mundo antes de iniciarse la prueba, disputada del 20 al 23 de octubre. Justo en la carrera de Catalunya se conoció que el estonio Ott Tänak, segundo en la clasificación general –en la imagen–, dejará el equipo Hyundai al final de la temporada por «motivos personales». La última prueba del campeonato será el Rally de Japón del 11 al 13 de noviembre.
Gorka Madina e Ibai Orruño se imponen en el rallye de clásicos del RACVN.
Gorka Madina e Ibai Orruño se proclamaron el pasado 22 de octubre vencedores del XXIV Rallye Vasco Navarro Histórico-Memorial Ignacio Sunsundegui, con su BMW 318is de 1990 (en la imagen de Josu Uribe). En una prueba en la que participaron 70 vehículos y que fue muy disputada, ya que el podio no se decidió hasta el sexto y último tramo, el podio lo completaron Luis Murguía y Javier Urmeneta (Alpine A-110 de 1969) y Alberto Martínez de Lizarrondo y Ane Mitxelena (Renault Clio 16v de 1992). La prueba, que partió de la plaza Gipuzkoa de Donostia, finalizó en Zumarraga, donde los vehículos permanecieron expuestos con una gran acogida del público.