«Violent Night»
Fue “Bad Santa” (2003) la película que creó tendencia, al aplicar la incorrección política a las películas navideñas, y desde entonces cada temporada por estas fechas llega algún artefacto subversivo que se sale del espíritu tradicional de las fiestas. Aquella creación que Glenn Ficarra y John Requa, los chicos malos de Hollywood, escribieron para Terry Zwigoff, pudo salvar la censura de los estudios, algo que otros de sus proyectos no consiguieron hacer. No muchos profesionales se atreven a correr este tipo de riesgos en EEUU, y por eso un extranjero está al frente de “Violent Night” (2022), una comedia negra de acción no apta para el público familiar, al que tal vez le lleve a confusión el título de la versión doblada. El 2 de diciembre llegará a las pantallas de cine como “Noche de paz”, cuando atendiendo al juego de palabras de la versión original, ese “violent night” en lugar de “silent night”, debería haber sido “noche de guerra” o “noche de violencia”.
Nos congratula que al noruego Tommy Wirkola le den otra oportunidad en un gran estudio como Universal, a pesar de que su anterior incursión en Hollywood con “Hansel y Gretel: Cazadores de brujas” (2013), no respondía precisamente a lo que se espera de él. En su país se había convertido en el rey del terror paródico con “Zombis nazis” (2009) y “Zombis nazis 2” (2014), que te hielan la sonrisa con su humor nórdico del absurdo y esa vena tan divertidamente cinéfila contenida en sus parodias de “Kill Bill” y “El proyecto de la Bruja de Blair”, respectivamente tituladas “Kill Buljo” (2007) y “Kurt Josef Wagle and the Legend of the Fjord Witch” (2010). Sus dos últimas películas han estado al servicio estelar de la actriz sueca Noomi Rapace, y son la distópica “Siete hermanas” (2017) y la muestra del cine dentro del cine “El viaje” (2021).
El subgénero del que se burla en esta ocasión es del hoy en día tan en boga “home invasion”, dentro del que se permite introducir un desconcertante giro navideño, un poco como el que se le ocurrió en su día al genial John Hughes cuando escribió para Chris Columbus “Solo en casa” (1990). Lo que cambia radicalmente es que en “Violent Night” (2022) los asaltantes de la casa sufrirán un castigo físico más cercano a la estética gore. Y no por parte de un niño travieso, sino del mismísimo Santa Claus, convertido por necesidades del guion en un guerrero escandinavo o vikingo inmortal.
La caricatura de Santa Claus que borda David Harbour es la de un auténtico profesional, que sí tiene en su lista blanca a una niña buena que vive rodeada de adultos merecedores de estar en la lista negra del carbón, y no duda en visitar ese hogar por muy desestructurado que esté. La menor se llama Trudy y está interpretada por la afroamericana Leah Brady, y en su bondad no pide nada material para ella, prefiriendo expresar el deseo sincero de que sus padres separados vuelvan a unirse.
Sin embargo, el ambiente familiar que la rodea dista mucho de ser bien avenido, y el número de invitados se amplía por el lado de la nueva novia del padre. Todos juntos y revueltos bajo el matriarcado que representa la veterana actriz Beverly D’Angelo.
La mansión que habitan no es una vivienda corriente, y se parece al hotel Overlook de la novela de Stephen King “El resplandor”. Es demasiado grande, porque sus dueños son obscenamente ricos, y su fortuna proviene de la desviación de fondos militares. De no ser por la presencia milagrosa de Santa Claus y por la menor de la casa, el robo de su cámara acorazada de seguridad entraría dentro de la lógica del golpe millonario a gente corrupta.
Quienes hayan disfrutado con otra comedia de acción violenta como “Bullet Train” (2022), sepan que su director David Leitch es el productor de “Violent Night” (2022). Otro aspecto destacado es la banda sonora del maestro Dominic Lewis, y que incluye como tema principal el villancico clásico de Darlene Love “Christmas (Baby Please Come Home)”, en la producción original de Phil Spector.