IGOR FERNANDEZ
PSICOLOGÍA

Creatividad

Sin incurrir en la urgencia por una hiperproductividad, es cierto que, cada vez más, nos vemos empujados a reinventar nuestra manera de estar en nuestros entornos, tanto físicos como sociales. Los cambios en el clima son motivo de angustia para muchos, las crisis políticas y financieras, la sostenibilidad, también. Como integrantes de todo este enjambre, tanto individualmente como los pequeños grupos a los que pertenecemos, todos constituimos una pieza relevante en lo que el futuro nos reserva, y podemos actuar al respecto más allá de, como me decían a mí cuando jugaba a balonmano o a rugby, “jugar a la defensiva”. Y es que esperar el impacto solo facilitaba el ser llevado por delante. Quizá hay pasos al frente que podamos tomar para crear el mundo, la sociedad que queremos, pero prestar atención a lo importante, abstraernos de lo urgente, conlleva tolerancia a la frustración y cierta creatividad.

La creatividad está en la base de la innovación y de muchas de las cosas que valoramos los humanos, es la habilidad para producir o desarrollar trabajos, teorías, o pensamientos originales, y de aplicación en el mundo real, pero que vive entre ambos: el mundo interno y el externo, entre el control cognitivo y el soñar despiertos. Permitirse soñar despiertos con un propósito particular, de forma regular, facilita que el cerebro haga conexiones nuevas. Tengamos en cuenta que nada de lo que hace nuestro cerebro es puro entretenimiento, o es un ‘desecho’ por aburrimiento; al contrario, todo lo que hacemos pretende cumplir un propósito de adaptación al medio; así que, la imaginación detrás de estos ejercicios es un músculo que nos ayudará a dar respuesta creativa al mundo cuando llegue el momento.

Según estudios publicados al respecto en 2021 en revistas especializadas como “Psicología de la estética, la creatividad y las artes” o “Psicología ambiental”, el comportamiento creativo está más asociado a ese ‘soñar despiertos’, al tiempo en la naturaleza, y su desarrollo como una habilidad más que lleva tiempo desarrollar, que a una cualidad innata. Así que, en general, para prepararnos para inventar la siguiente solución a los problemas de nuestro mundo, será importante ponernos a trabajar en ser creativos, creativas, permitir que la mente vague libremente con un propósito concreto, practicar la asociación de ideas como un juego, salir a espacios naturales y abiertos, o revisar los momentos de ‘Eureka’ con más calma en momentos posteriores. Tomar nota de las ideas, aunque no las vayamos a usar en ese momento, aprender cosas nuevas y aparentemente inconexas o cambiar la disposición de muebles u objetos regularmente, pueden ser también apoyos para que esa máquina imparable de inventar y asociar que es nuestra mente nos ofrezca los regalos inesperados de una idea feliz.