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CINE

«Los asesinos de la luna»

En “Los asesinos de la luna”, Lily Gladstone y Leonardo DiCaprio son un matrimonio sorprendente en un contexto violento.

El año 1921, la nación Osage encontró en sus manos una fortuna inesperada: tras descubrir petróleo en sus tierras, de la noche a la mañana se convertirían en uno de los pueblos más ricos del mundo. Sin embargo, ante tal fortuna, las manos de los blancos no podían quedarse quietas… Los estadounidenses manipularon las leyes del gobierno federal para que hombres caucásicos controlaran la gestión financiera de la comunidad, extorsionando todo el dinero que pudieron y luego recurriendo al asesinato para repartirse el resto del pastel.

Esta historia es desgraciadamente real, como viene contada en “Los asesinos de la luna de las flores: Los crímenes en la Nación Osage y el nacimiento del FBI” de David Grann, todo un éxito de ventas de “The New York Times” publicado en 2017. Por desconocida que resulte en Europa, esta transgresión pervive como un momento muy relevante para los Estados Unidos contemporáneos y moldeó las estructuras primigenias del célebre Federal Bureau of Investigation, la inteligencia del poder ejecutivo en esta “tierra de la libertad” nacida de un contexto de ambición, traiciones y violencia.

Estos tres son pilares básicos para una historia tentadora, especialmente contada por el gran fabulador del mal en las calles, Martin Scorsese (“Taxi Driver”, “Uno de los nuestros”). El cineasta estrenaba la película Fuera de Competición en Cannes después de dejar su huella en Netflix por partida triple, con la película “El irlandés”, el documental “Rolling Thunder Revue: A Bob Dylan Story” y la miniserie “Supongamos que Nueva York es una ciudad”. Pero si esta película es recordada, será por el derrame de sangre y de dinero que ha supuesto para su estudio, la Paramount, que tras sufrir numerosos problemas durante la producción (que inflaron el presupuesto hasta la friolera de 200 millones de dólares), aún en plena pandemia, decidió pasarle la patata caliente al vecino y vendió los derechos de la película a Apple para ser su distribuidor internacional.

Sobre la historia: conoceremos el período y sus protagonistas a través del improbable matrimonio entre el patán blanco Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio, en su décima colaboración con el cineasta) y Mollie Kyle (Lily Gladstone, sin duda, firme candidata al Óscar a Mejor Actriz), una aguda mujer Osage, inspirada en un personaje real, que cometió el error de casarse con él. Decimos “error”, claro, porque, ¿quién se atrevería a confiar en cualquiera de los idiotas que DiCaprio lleva encarnando estos últimos años?

Como secundarios de lujo (cualquiera de los dos tiene números de sobra de cara a la temporada de premios), quedan Robert De Niro y Jesse Plemons, como agente de la incipiente FBI. De Niro da vida al tío de DiCaprio, William “King” Hale, simpático arquitecto de este reino del terror. Esperen a verla.