7K - zazpika astekaria
CINE

«The Marvels»

Brie Larson encarna a Carol Denvers en “The Marvels”, que parece ser más de lo mismo.

Pero qué ha pasado con el universo cinematográfico Marvel? Parece que, para el común de los mortales, la gran torre de Babel del MCU ya solo exista como un pensamiento fugaz que despiertan las caras de Loki en el metro o las noticias del inminente estreno de “The Marvels”. Sabíamos que el paso de la cuarta a la quinta fase sería complicado: al fin y al cabo, después de “Endgame”, los grandes coches de choque de la marca Disney se retiraban para dejar paso a caras nuevas, y más diversas, que airearan las salas manteniendo el espíritu clásico de las aventuras originales. Pero quizás porque el enmarañado multiversal ya está muy liado, o porque la fatiga tras la fórmula es inevitable, o quizás porque la calidad del espectáculo visual hace tiempo se dejó de lado… Nada está funcionando en las nuevas apuestas del estudio.

Por ello, recibimos la secuela de “Capitana Marvel” (tras un largo baile de fechas y de ventanas de estreno) como un signo de los tiempos, una fotografía crepuscular en pleno aquí y ahora. Nos da rabia, porque ninguna película merece ser leída solo como la sombra de las estructuras que la engendran. Sin embargo, la factoría Marvel -esa mosca que choca una y otra vez contra el mismo cristal- parece pedir que leamos sus éxitos y fracasos con un tremendo «es lo que hay». ¿Y qué hay, exactamente? Un nuevo súper conglomerado, algunos logros y, aproximadamente, más de lo mismo.

Hoy Carol Danvers (Brie Larson, aún sin andarse con chiquitas) entra en contacto con su mayor seguidora, Kamala Khan (Iman Vellani), esa adolescente que descubrimos en la serie de “Ms. Marvel” y que también tiene poderes sobrehumanos. Al mismo tiempo, conectará con su distanciada sobrina Monica Rambeau, ahora astronauta en S.A.B.E.R. y a quien vimos en “Bruja Escarlata y Visión”. El trío, The Marvels (en castellano, “Las Maravillas” o “Las prodigias”), deberá luchar contra una revolucionaria kree con ideales desalineados con el Bien de la Humanidad -oh, vaya- interpretada por Zawe Ashton, pareja de Tom Hiddleston que también se apunta al cotarro de villanos Disney.

Anunciamos logros: para empezar, Monica Rambeau fue, allá en los años ochenta, la primera mujer negra en unirse a los Vengadores. Nos gustará ver si en la película se hace referencia alguna al ademán inclusivo de los tebeos retro de Marvel. Por su parte y con “Candyman” en el historial, Nia DaCosta se convertía en la primera mujer negra en dirigir una película del estudio. La cuarta, si contamos con Anna Boden (“Capitana Marvel”), Kate Shortland (“Viuda negra”) y Chloe Zhao (“The Eternals”). Leemos el hito como una medallita anecdótica, si tomamos la insustancialidad de Marvel y sus estrategias en general, o como síntoma (esperanzador) de un estudio en piloto automático llevado por vientos de cambio. El vaso, ¿vacío?