Jone Buruzko
IRUDITAN

Islas con arte

(Annabelle Chih AFP)

Acaba de concluir la segunda edición de la Bienal de arte de Matsu, que comenzó el pasado 23 de septiembre y ha tenido como escenario las cinco islas principales de ese pequeño archipiélago en Taiwán, que integran 19 islas. Bajo el lema, “Enrojecer a lo largo del verano”, la frase alude a una expresión utilizada en la fermentación del vino añejo del lugar y podría servir como metáfora de la vida allí. En la Bienal se instalaron en exteriores algunos proyectos y decenas de piezas artísticas que se complementaron con otras exposiciones en interiores, muestras de pintura, presentaciones y hasta degustaciones culinarias. La obra “El mar es mi tierra”, del artista Iyo Kacaw, en la imagen de arriba, se exhibe sobre la arena en Nangan. Es una instalación que representa a una ballena, formada a partir de materiales de viejos barcos locales con detalles de barcos de la marina. En el corto promocional de esta Bienal, con la que también se pretende atraer al turismo, se puede ver a una joven en moto que recorre la isla mostrando parajes con vistas al mar y el siguiente mensaje: «El paisaje de Matsu es mitad cielo, mitad mar / Los caminos de Matsu son mitad militares, mitad civiles / La cotidianeidad de Matsu es mitad quedarse, mitad partir / La vida en Matsu es mitad planeada, mitad voluntad divina / El clima en Matsu es mitad neblinoso, mitad despejado / El vino añejo de Matsu es mitad invierno, mitad verano».