7K - zazpika astekaria
CINE

«Negu hurbilak»

La donostiarra Jone Laspiur protagoniza «Negu hurbilak», película que obtuvo en el Festival de Locarno la Mención Especial del Jurado.

Paisajística, apenas narrativa. La primera hora de “Negu hurbilak” se tiñe de la fragilidad preciosa de los últimos rayos de sol en una tarde de invierno. Rodada sobre un vibrante analógico de 16mm, en los brumosos valles del Alto Bidasoa, la película sensibiliza nuestra mirada mientras esperamos. ¿Esperamos a qué? A que pase algo. Lo que sea. Amparada en los tiempos del slow cinema, con el equilibrio justo entre la contemplación y el humor (notando el trasero clavado en la butaca mientras la cabeza nos va y nos viene), heredera estudiosa de los logros de Tsai Ming-Liang y Apichatpong Weerasethakul, “Negu hurbilak” respira primero la latencia inquieta de quien sabe que algo está por desvelarse, “tras” o a “través de” la cotidianidad suspendida de los madereros y amas de Zubieta. Y luego, nos lo enseña.

O lo intuimos, porque apenas se da un marco histórico a este ensayo poderoso sobre la insoportable dureza del tiempo vivido. Una noche, un todoterreno recoge a una chica (Jone Laspiur, ganadora del Goya a actriz revelación por “Ane”) y la lleva a escondidas a otro caserío. De allí se dirigirán a otro, pero una complicación los hará cambiar de planes y esconderla en las tripas de la montaña. Esconderla hasta que las cosas vuelvan a su sitio, aunque tenemos poco claro que eso vaya a pasar… Huir, esperar y olvidar son tres franjas en un degradado con ecos políticos que la película sostiene, sin pontificios ni estridencias. Nunca se hablará del conflicto vasco, pero es prácticamente imposible des-verlo entre la niebla que oprime los cuerpos anquilosados en otro tiempo.

Afortunadamente para la película, la justicia y la empatía hablan a registros emocionales compartidos por entre programadores y crítica, que han arropado la película como una de las mayores revelaciones de la temporada. El proyecto de “Negu hurbilak” nace de la colaboración entre cuatro amigos de la universidad, se gesta en el laboratorio de Cinema Pendent de l’Alternativa y el REC y escala hasta la sección Cineastas del Presente del Festival de Locarno, donde consigue la Mención Especial del Jurado. De ahí, vuelve triunfal al circuito estatal: Seminci, l’Alternativa, Reteena.

El cuarteto de directores (Mikel Ibarguren y Ekain Albite junto con Nicolau Mallofré y Adrià Roca, apodados “Colectivo Negu”) parten de un verso de Mikel Laboa y se dan de la mano de un reparto de actores naturales, coautores de una película entre el poema y el documental. En este sistema antijerárquico de creación, reconocemos una nueva tendencia en el cine del Estado español: son producciones de autoría dispersa, fortalecidas por la colaboración y el diálogo. Las obras de BRBR, Los Hijos, Canódromo Abandonado o Malaguistán siguen siendo marginales, pero asientan alternativas a las estructuras yermas del cine “de autor”... Y cumplen.