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IRUDITAN

Y todavía le queda París

(Lionel Bonaventure AFP)

Los grandes deportistas que marcan época son el ingrediente imprescindible que define las competiciones más importantes. La afición tiene tendencia a asociar Juegos Olímpicos, Mundiales y demás certámenes con las gestas o vivencias, malas y buenas, de sus participantes más destacados. Cuanto más tiempo permanecen en activo, más aumenta su leyenda. Y en esa tesitura se encuentra Simon Biles, a la que hoy por hoy pocos deportistas le hacen sombra. La gimnasta estadounidense, que en los Juegos Olímpicos de Tokio'2020 -aunque fueran en 2021- abandonó la competición por problemas de salud mental, volverá a ser el centro de todas las miradas en los Juegos de París'2024. Con las entradas por las nubes, la gimnasta más laureada de la historia, gracias a sus 30 medallas mundiales -23 oros, 4 platas y 3 bronces- y sus 7 preseas olímpicas -4 oros, 1 plata y 2 bronces-, puede seguir ampliando su colección, aunque a sus 26 años está lejos de alcanzar las 18 olímpicas de Larisa Latynina, que se retiró a los 29 años. ¿A quién le importa? Siempre es un buen momento para recuperar a Simone Biles, capaz de regresar a la competición dos años después, y asombrar al mundo con su talento y el salto “Biles II”, el segundo al que da nombre. Lo hizo durante el Mundial de Gimnasia Artística, disputado en Amberes el pasado mes de octubre. Esta imagen es de entonces, aunque compitiendo en la barra de equilibrio.