Gotzon Uribe
MÚSICA

Iron and Wine

Siempre es una buena noticia saber que se publica un nuevo trabajo del compositor norteamericano Sam Beam. Bajo el nombre de Iron and Wine han visto la luz seis álbumes de estudio -además de colaboraciones con Calexico, Jesca Hoop y Ben Bridwell de Band of Horses- en los últimos 23 años, sin alejarse nunca demasiado del estilo folk lo-fi de su debut de 2002 “The Creek Drank the Cradle”. Fue ese álbum, y en mayor medida su versión de “Such Great Heights” de The Postal Service, lo que puso a Beam en el mapa y su carrera ha progresado como cabía esperar tras escuchar esas primeras grabaciones. “Who Can See Forever” es un doble álbum que se acaba de publicar y refracta y reimagina las canciones más conocidas de Iron and Wine con arreglos completos, casi orquestales, realizados con la calidez y la inmediatez del directo. Es una magnífica recapitulación del arco artístico de Sam Beam hasta la fecha.

También es un trabajo que presenta una película. Es la primera mirada en profundidad a la vida y música de Beam. Concebido inicialmente como un documental en directo, “Who Can See Forever” se convirtió en un estudio más profundo de su enigmático protagonista a medida que el director Josh Sliffe pasaba más y más tiempo en la carretera. Rodado a lo largo de tres años, Sliffe se adentra en el mito y la ética de Iron and Wine a través de una serie de entrevistas e imágenes entre bastidores que dan la bienvenida al espectador al centro del universo de Beam.

La banda sonora de “Who Can See Forever” incluye canciones de sus más de 20 años de carrera y está extraída de material grabado durante dos noches en el histórico Haw River Ballroom de la ciudad de Saxapahaw, en Carolina del Norte. Junto a Beam, la banda cuenta con la participación del bajista Sebastian Steinberg (Fiona Apple, Soul Coughing), la batería Elizabeth Goodfellow (Allison Russell, Better Oblivion Community Center), el violonchelista Teddy Rankin-Parker y la teclista Eliza Hardy-Jones (War on Drugs, Grace Potter). Producido por el propio Beam y grabado por su ingeniero de sonido de toda la vida, Jelle Kuiper, la banda sonora fue mezclada por Matt Ross-Spang en Southern Grooves en Memphis y masterizada por Richard Dodd en Nashville.

Diferentes elementos trabajan juntos para dar a las canciones una nueva dimensión, es excitante para el oyente escuchar a una banda tan buena como esta trabajando con Beam en directo, arriesgándose y llegando a lo más profundo de las canciones. Siguiendo a su musa dondequiera que le lleve, Sam Beam ha creado “Who Can See Forever” con el cuidado que hace que estas 19 canciones sean una experiencia sonora. Han cambiado los matices, pero el alma de cada pieza sigue brillando de una manera especial. Un repertorio extraído de una discografía que se remonta a 20 años atrás, donde ese fabuloso country noir gótico que tan bien domina es una delicia para los oídos



Forest Swords

Forest Swords -el productor y compositor electrónico Matthew Barnes- regresa. Tras pasar los últimos años escribiendo música para ballet, cine y videojuegos, “Bolted” se grabó en Liverpool, la ciudad natal de Barnes. Su estudio creado en una antigua fábrica de vehículos se convirtió en una puerta de entrada para la exploración, utilizando una combinación de hardware, software y máquinas de cinta para moldear todo un mundo sonoro para el nuevo álbum. A lo largo de 11 temas, profundiza en su vocabulario sonoro único -que incluye voces de Neneh Cherry y el difunto Lee Scratch Perry- para tejer un conjunto de canciones que suenan musculosas y sombrías, inquietantes y eufóricas a partes iguales.