Heridas abiertas
Casi diez años después de la publicación de su última novela, “Mujer bajando la escalera”, Bernhard Schlink (Bielefeld, Alemania, 1944) regresa al panorama literario con este título, en el que vuelve a ahondar en la memoria colectiva de Alemania, como ya lo hiciera en otras obras anteriores y, sobre todo, en “El lector”, la obra que le catapultó a la fama. Si esta última se sitúa en los años 60, con los juicios de Nuremberg como telón de fondo, en “La nieta” se traslada a la Alemania de la reunificación y habla de cómo la Historia afecta a las personas, de las heridas todavía abiertas de la reunificación y de los retos del presente. En ambas nos presenta un retrato político de Alemania, complejo y alejado de cualquier maniqueísmo.
El protagonista es Kaspar. Está casado con Birgit, a la que, en su día, ayudó, por amor, a huir de Berlín Este para reunirse con él en el Oeste. Ahora, tras el fallecimiento de Birgit, descubre que en su huida dejó atrás a su bebé, una niña cuya existencia le ocultó. Decide partir hacia la antigua Alemania del Este en busca de esa niña, que ya es una mujer. Así, emprende un viaje al pasado y al presente del país y, cuando por fin da con Svenja, la hija perdida, descubre que vive en una comunidad rural, está casada con un neonazi y tiene una hija. Kaspar querría ver en ellas una nueva familia, pero todo un universo ideológico les separa, pese a lo cual tratará de acercarse a quien considera su nieta y darle una visión diferente del mundo... Sobrio, preciso, directo, visual, Bernhard Schlink desgrana en esta novela, como en el resto de su obra, el mapa de las emociones de sus personajes, y nos ofrece una bella y perturbadora novela sobre el amor, la pérdida, el entendimiento y la redención, en la que pasado y presente se entrelazan.
Bernhard Schlink comenzó su carrera literaria con una serie de novelas policiacas protagonizadas por Selb (juego de palabras con “Yo mismo”). Pero, aunque estas obras le dieron cierta fama, fue “El lector” la que le proyectó internacionalmente, con la ayuda del apabullante éxito que logró la adaptación cinematográfica de Stephen Daldry. Otras obras del autor en las que también ahonda en la historia de su país, reseñables en su momento, son “El fin de semana”, con un miembro de la Baader Meinhoff como protagonista; y “Olga”, que transita por las dos guerras mundiales y llega a la década de los setenta del pasado siglo. Y para los amantes del relato, en “Amores en fuga” y “Mentiras de verano” encontramos a un Schlink en plena forma.