09 ABR. 2015 Fútbol internacional Traguen el veneno... Otra impecable arenga de Marcelo Bielsa a los suyostras caer en casa ante el PSG, que valdría para elDortmund, Liverpool o Napoli. Joseba VIVANCO «Si baja 5 kilos, va a hacer 25 goles» le dijo Marcelo Bielsa a André-Pierre Gignac nada más aterrizar el rosarino en Marsella. Bajó los 5 kilos y hoy suma ya 18 goles, los dos últimos en el partidazo de la Ligue 1 de la última jornada, pero que no sirvieron para ganar Le Classique, 2-3 para los parisinos. Un espectáculo más allá de lo fútbolístico. Antes, durante y después. Unos 450 agentes de policía, 750 stewards, una pelota de golf que impactó en los prolegómenos contra el autobús del PSG y fue a parar justo al asiento de Zlatan Ibrahimovic, que no estaba allí, nada menos que 65.148 espectadores en un Velodrome que desplegó sus mejores galas y tifos... 1-0, 1-1, 2-1 de nuevo Gignac... Un OM alocado, puro bielsismo... Segunda mitad, en solo 131 segundos los capitalinos dan la vuelta al marcador, el OM lo intenta, no puede... Final. Canal Plus Francia informa que tuvo la mayor audiencia de su historia, con un 49,9% de share. «El ambiente fue un espectáculo maravilloso. Estoy triste por haber decepcionado a la opinión pública, porque la única manera de hacerla feliz era ganar», declaró después un resignado Marcelo Bielsa ante el poderío del PSG. «¿Marsella descartado? Para nada, estamos lejos del final del campeonato. Y es un equipo que será una amenaza hasta el final», fue cauto Zlatan Ibrahimovic a pesar de los seis puntos de ventaja. Con el discurrir de las horas la derrota, épica –¿por qué no lo puede ser también una derrota–?, se fue dulcificando, los enfervorizados seguidores marselleses no dudan de los suyos. Les hicieron soñar, les hacen soñar. Suele ser lo que consigue el Loco. Hoy, sus palabras en el vestuario, tras la caída, grabadas por las cámaras de la propia televisión del club, vuelven a encumbrar al mito. En la derrota, por qué no. «Ya sé que ahora nada les serena. Porque se mataron por el partido, lo merecieron y no lo consiguieron. Es difícil aceptar la injusticia, pero todo se equilibra al final, traguen el veneno, jugando así las nueve fechas que quedan van a tener la respuesta que merecen», se dirigió a sus jugadores, sin dejar de ir de un lado para otro, con sus pupilos en silencio, cabizbajos. «Los felicito muchachos, a todos, a todos, a todos...», cerró con un grito su arenga entre los aplausos del vestuario. Bielsa se irá. Habrá sembrado otro sueño. Dicen que ahora le reclaman en la Premier inglesa. Allí no golea Gignac, ni la joven codiciada perla del Lyon Lacazette, lo hace otro compatriota suyo, Olivier Giroud, que anotó su décimo tanto en los últimos diez partidos con el Arsenal, esta vez en la contundente victoria 4-1 ante un Liverpool que se deja cualquier aspiración por el camino. Desde que empezó el nuevo año, los Gunners se han erigido en el mejor equipo inglés –15 victorias en los últimos 17 encuentros– y están compitiendo por la segunda plaza con los dos equipos de Manchester. El United ganó con dos goles de Ander Herrera –«le besé en el descanso», desveló luego Louis van Gaal–, la nueva sensación entre los Red Devils, en tanto el City con su derrota 2-1 ante el Crystal Palace –a pesar de rematar 22 veces por 5 de los del sur de Londres– le sirvió en bandeja de plata el título al Chelsea. Los Blues de José Mourinho mantienen la ventaja de siete puntos al frente de la tabla sobre el Arsenal, ocho sobre el United y nueve ya sobre el City. Y a todo esto, este domingo, derbi de Manchester, espadas en todo lo alto en Old Trafford. Tras este pelotón de cabeza, siguen Tottenham, Southampton y un Swansea galés que sube enteros gracias a los goles de otro ariete francés, la ‘Pantera’ Bafetimbi Gomis, ex del Lyon. En el Newcastle hubo un tiempo en que su once inicial estaba plagado de ‘galos’. Hoy queda alguno, pero incapaz de vencer desde hace ya seis ediciones en el derby ante el Sunderland, esa rivalidad que data de los tiempos de la primera civil inglesa, entre monárquicos y parlamentarios. Una vez más los ‘Gatos Negros’ se impusieron, con golazo del veterano Jermain Defoe, repescado del fútbol canadiense. Ambiente de fútbol con mayúsculas y ‘Urracas’ que no dejaron pasar la oportunidad de dedicarle un cántico de dudoso gusto a Adam Johnson, el futbolista local acusado de haber mantenido relaciones sexuales con una niña de 15 años. Hablando de cánticos, tan habitualmente hirientes en el balompié inglés, el veterano Frank Lampard, entrevistado por el cómico abiertamente gay Alan Carr, hizo un llamamiento para que se respete a aquellos jugadores que declaren abiertamente su homosexualidad. «–¿Crees que algún día veremos jugar a un futbolista gay? –Estadísticamente debería haber miles. Si uno de cada diez lo es... entre 50.000 futbolistas en el mundo, alguno habrá ¿no? Y añadió, ya más en serio: –Tengo que decir que el fútbol está cambiando mucho, hay una cantidad de iniciativas (contra la homofobia) y hasta se nota en los vestuarios. Me gustaría que si algún compañero se declarara homosexual, todo el mundo lo trate con respeto». Jurgen Klopp versus Jurgen Klopp Respeto. Eso es lo que muchos reclaman para el Dortmund de Jurgen Klopp. Recibía al Bayern de Munich en una descafeinada edición de Der Klassiker y, a pesar de llevar la iniciativa todo el encuentro, el equipo de Pep Guardiola le esperó, nadó y guardó la ropa hasta que un gol de un ‘exborusser’ Robert Lewandowski les hizo acreedores a los tres puntos. El Borussia jugó a lo que sabe, a partidos largos, con espacio para cabalgar, al toma y daca, pero el Bayern le esperó, dejó que jugara, que se desgastara, y ahí los de Klopp se estrellan una y otra vez esta temporada. El Dortmund es Klopp y Klopp es el Dortmund, pero ambos necesitan reciclarse para volver a ser lo que fueron. «Que el Dortmund necesita (y sufrirá) una drástica reforma de fondo es tan indiscutible como que el equipo aún tiene fútbol, buen fútbol...», escribía al respecto y tras el doloroso revés el analista del fútbol alemán Daniel Gutiérrez. Una derrota del Bayern hubiera puesto algo de pimienta a la Bundesliga, sobre todo tras haber ganado Wolfsburgo, Leverkusen y Gladbach, pero la tozuda realidad dice que el Bayern solo necesita cuatro victorias más en las siete jornadas que restan para levantar de nuevo la ensaladera. Como facile lo tiene la Juventus en el Calcio, que una vez más volvió a sacar adelante su test aupado en los goles del ‘Apache’ Tévez, su 17º gol, y mantiene los 14 puntos de ventaja sobre una Roma que ganó por 1-0 a un Napoli que cae a la quinta plaza. Un club, el partenopeo, que no rinde honores a héroes ni gestas, sino que elige como himno ‘‘O surdato nnammurato’’ (‘‘El soldado enamorado’’, en napolitano), que no habla de guerra, ni de gloria, sino de nostalgia, de amor desde la distancia a su novia. Marsella, Dortmund, Liverpool, Napoli... «Todos tenemos días en que creemos que el sol brilla más en otra parte», que dicen en ‘‘Madagascar’’. Traguen el veneno.. LOS DATOS 50 victorias en la Bundesliga en sólo 61 partidos es el récord que alcanzó Pep Guardiola. 4 meses y cinco días después de su última victoria en la Serie A, el Roma volvió a vencer en el Olímpico, al Napoli.