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BALONMANO

Carambola de Bera Bera y Zarautz

La victoria de las donostiarras en A Guarda les acerca a su tercer título liguero, y las zarauztarras se ganaban su lugar en la elite.


Bera Bera y Aiala Zarautz completaban un feliz fin de semana, el mejor que se podría haber esperado del balonmano femenino guipuzcoano, que la próxima temporada contará con dos representantes en la División de Honor, algo que no sucedía desde hace 18 temporadas, en la 1996-97, cuando coincidieron en la elite el entonces Corteblanco Bidebieta, Arrate Amaña y Hernani. Las hernaniarras descendieron, el Arrate Amaña se vio obligado a renunciar a la categoría por problemas económicos, y desde entonces solo el club donostiarra representa a Gipuzkoa en la máxima categoría.

Y ahora irrumpe con fuerza el Zarautz, un club que es un vivero inagotable de jugadores y jugadoras desde hace 50 años, que empezaba a celebrar su 50 aniversario hace un año disputando la fase de ascenso masculina –en la que el Benidorm le cortó el paso en la penúltima estación– y cerraba doce meses de celebraciones con el ascenso a la División de Honor de su equipo femenino, como ya había hecho 33 años antes en Valladolid, aunque entonces solo pudo permanecer un año en la categoría.

Dos éxitos inesperados, que podrían definirse como gestas deportivas por tratarse de un club de cantera, de los de verdad, que con medios limitados pero inagotables reservas de ilusión y pasión por este juego se pelea sin complejos por un lugar entre los mejores, insuflando un soplo de aire fresco en un deporte duramente castigado por la crisis económica en los últimos años, que sin embargo ha proporcionado al club zarauztarra la oportunidad de colarse y exhibir el fruto de su gran trabajo con dos equipos sin estrellas, pero siempre competitivos hasta el último aliento.

Ayer, en una final honorífica con pocos alicientes tras la consecución del ascenso, y a pesar de que Aiala Zarautz perdía por siete (18-25) a menos de un cuarto de hora para el fin del partido, el equipo no se rindió, siguió peleando y no permitió que el Oviedo pudiera disfrutar hasta oír el pitido final, cuando la ventaja ya se había reducido a tan solo dos tantos (28-30). Hasta diez jugadoras marcaron goles, y Collantes tuvo sus momentos brillantes en la portería, dando muestra del espíritu colectivo y solidario que se respira por todos los poros en el balonmano que se enseña en Zarautz, en auzolan, y que tan bien ha sabido canalizar el usurbildarra Martín Larrañaga, copartícipe de los dos últimos títulos de Liga de Bera Bera como segundo entrenador, que se llevó en su mochila el carácter ganador del club donostiarra y se lo inculcó a sus nuevas jugadoras, convenciéndolas de que «la defensa nos hará invencibles». Así ha sido.

Una victoria fundamental

No menos importante fue la victoria de Bera Bera en A Guarda, que le mantiene como máximo aspirante al título liguero, y que suponía además igualar su récord de victorias consecutivas en una Liga, que había establecido en 13 hace dos temporadas, cuando se estrenó con la consecución de su primera Liga. Las donostiarras, que perdieron tres puntos en casa en los inicios de la competición y se enfrentaban a una complicada segunda vuelta, en la que debían visitar las canchas más difíciles, han ido solventando con éxito todos los obstáculos. Ganaron por la mínima en Porriño (27-28), en el que acabó siendo el último partido de Aitor Etxaburu en el banquillo, y desde entonces se han mostrado mucho más solventes en Alcobendas (28-32), Elche (16-25) y el pasado sábado en A Guarda (20-26), donde se fueron perdiendo 13-10 al descanso para arrollar al equipo gallego en la segunda mitad (7-16).

El Rocasa, su único rival para discutirle el campeonato, goleaba al Cleba León (35-20), quizá preparándose por si acaso para un escenario en que la diferencia total de goles podría llegar a ser decisiva (la actual es favorable a las donostiarras, 187 por 173). Si los dos equipos mantienen su regularidad, la Liga podría decidirse dentro de 15 días en Canarias, y lo que ha conseguido Bera Bera es sortear las mayores dificultades para intentar llegar a ese partido con tintes de final con la ventaja que posee ahora: dos puntos y los cinco goles de renta del partido de la primera vuelta en Bidebieta jugado el 17 de enero (25-20).

Zuazo da señales de vida

También fue una jornada positiva para Zuazo, que se había metido en un pozo de siete derrotas consecutivas del que parecía incapaz de salir, y además con la perspectiva de tener que jugar contra Rocasa y Bera Bera en el tramo final liguero. Pero la victoria en Málaga, clara, cómoda y convincente, tiene que ayudarle a acabar bien la campaña y preparar los deberes para el verano, donde no pueden faltar las tareas defensivas, un aspecto fundamental que podría mejorar su competitividad en el futuro.