A punto de cumplirse 60 años desde la creación del primer equipo de balonmano en la SCDR Anaitasuna, en 1957, y en su 20ª temporada en la máxima categoría (15 entre 1967-68 y 1982-83, en la División de Honor, y 4 ya en esta etapa en Liga Asobal), Anaitasuna disfrutará por primera vez en su historia de la oportunidad de participar en una competición europea, un hito que por sí mismo pasará a los anales de la entidad.

Tras las largas y exitosas experiencias europeas de San Antonio e Itxako, ambas basadas en fuertes patrocinios económicos impulsados desde la Administración navarra, y ambas con un mal final, Helvetia Anaitasuna accede a la elite del balonmano continental desde una propuesta más modesta y sostenible, pero que ha demostrado ser eficaz en un entorno sacudido por la crisis, donde se ha producido una igualdad por debajo tras la marcha de un gran número de jugadores y entrenadores a otras Ligas (camino que seguramente emprenderán Meoki y Montávez tras dejar el club), y que ha favorecido la llegada de clubes más modestos a posiciones de privilegio.

Menos puntos para ser 4º

En ese escenario Anaitasuna ha jugado bien sus bazas, y con 36 puntos se ha asegurado la cuarta plaza a una jornada para el final de la Liga. Si ganara al Huesca conseguiría 38, igualando así la menor cifra de puntos con la que un equipo ha logrado la cuarta posición en la Liga Asobal en las 17 temporadas que se ha disputado por sistema de Liga con 16 clubes desde la 1990-91, en dos ocasiones, el Ademar León (empatado con el Aragón) en la temporada 2012-13, y el Valladolid en la campaña 1996-97.