01 JUN. 2015 DOMINION BILBAO BASKET El Real Madrid espera al vencedor de la «batalla de Miribilla» Los de Laso han finiquitado su eliminatoria ante Gran Canaria por 2-0. Nedovic, lesionado el sábado, viaja a Bilbo, aunque es duda. Arnaitz GORRITI Dominion Bilbao Basket y Valencia Basket están dirimiendo una dura eliminatoria, y lo que les resta es lo más duro: un desempate a cara de perro que arancará a partir de las 20.30 en el Bilbao Arena. ¡Como para pensar en su rival de semifinales! Con todo, no es pequeño el premio de enfrentarse en la antesala de la finalísima ante el Real Madrid, vigente campeón de la Euroliga, y que ha eliminado a Gran Canaria por 2-0. El 101-74 del primer partido ya anunciaba que el cruce de cuartos de final para los de Pablo Laso no iba a pasar de ser un trámite. Eso sí, el 86-93 del segundo envite, disputado ayer en el Gran Canaria Arena, fue otro cantar. Sergi Llull y Sergio Rodríguez lideraron el triunfo merengue, dejando de lado su faceta pasadora pero anotando canasta tras canasta, hasta combinar 48 tantos –26 para el tinerfeño, 22 para el de Mahó– y ofrecer a los suyos un triunfo más que peleado. Un llamado a Miribilla Sito Alonso, ajeno a lo que pudiera venir a la vuelta de la esquina, y que entre una cosa y otra está consiguiendo que la prensa valenciana se tome a mal todo lo que dice, arengaba a las masas de Bilbao Basket para que el famoso «Efecto Miribilla» –término que en buena hora se le ocurrió al bueno de Paco Vázquez– vuelva a lucir. A falta de gabarra para felicitar la Copa del Athletic, el técnico de Monzón se mostraba esperanzado de que el público pueda crear «un ambiente como solo Miribilla sabe poner». «Después de una temporada en la que hemos disfrutado todos juntos, nos merecemos que este partido sea bonito y con un ambiente en Miribilla que solo la afición de Miribilla sabe poner. Los esperamos a todos allí», los citaba Sito Alonso, al regreso del equipo bilbaino de Valencia. En ese sentido, Alonso se felicitaba de que, «tras un partido muy difícil y muy duro en La Fonteta», su equipo pueda volver a su cancha para decidir la serie. «Era nuestra última oportunidad, estábamos todos con muchas ganas de volver a Miribilla y ahora tenemos este tercer partido en nuestra casa y con nuestra gente», se congratulaba el preparador. De hecho, sorprendió que el pasado jueves el Bilbao Arena no se llenara, así como la desazón que inundó al público al ver que la escuadra taronja se imponía por un claro 75-91, merced a sus 14 triples y a un juego físico que acabó por avasallar a los hombres de negro. Última oportunidad Ahora Bilbao Basket tiene una segunda oportunidad, pero no deja de ser la última, y el Valencia Basket, pese a la más que probable baja de Nemanja Nedovic –aunque estará en Miribilla, y al que hay que agradecer su labor por «desestigmatizar» a Danilo Andjusic, toda vez que al escolta serbio se le hizo pasar un muy mal rato, al entender que la lesión de su compatriota llegó por una entrada alevosa suya–, sigue siendo ese equipo capaz de hacer callar el Bilbao Arena y que durante 20 minutos del segundo partido de la serie pareció estar mucho más fuerte y preparado que Bilbao Basket para pasar de ronda. «Es un rival de muchísima entidad, muy bueno, y por eso necesitamos a nuestra afición, que nos ha llevado por muy buen camino durante todo el año. Sin ella todas las cosas que pasan en este club serían imposibles», reflexionaba Sito Alonso. Dominion Bilbao Basket tiraba de fe para conseguir empatar, una fe que, desde su perspectiva, comparten los rivales de los hombres de negro. «No hay otra alternativa que mirar hacia adelante. Sabemos lo que tenemos que hacer para ganar y creemos en nosotros mismos. Podemos hacerlo», señalaba Luke Harangody. Valencia Basket jugó con seis hombres en un ataque del segundo partido Esta eliminatoria, pase lo que pase esta noche, ha dejado una de las imágenes más curiosas que se recuerden. Todo quedó en anécdota porque en nada influyó en el resultado, que fue el de la victoria de Bilbao Basket en La Fonteta. No obstante, lo cierto es que la plantilla de Valencia Basket atacó con seis hombres en una posesión dentro del último minuto del partido, con el duelo por decidirse y sin que el trío arbitral se percatase de lo que estaba pasando. Por fortuna para los hombres de negro, Pau Ribas erró su tiro y entonces Romain Sato se dio cuenta de que tenía que haberse ido al banquillo, por lo que disimuladamente salió por la banda y volvió a pedir el cambio para enviar a Vladimir Lucic al banquillo. Mumbrú avisó a los colegiados cuando el alero taronja se marchaba disimuladamente por la banda, pero estos, los señores Conde, Peruga y Sánchez Montserrat, árbitros de vasta experiencia en estas lides, no tomaron en consideración las protestas del capitán de Bilbao Basket. De haber caído en cuenta de la infracción de Valencia Basket, lo más probable fuera señalar una técnica al banquillo infractor. Pero al no haberlo hecho, según el reglamento de la propia Liga ACB, el trío de colegiados procedió bajo el criterio de «no rearbitrar» una decisión tomada, fuera esta acertada o equivocada, y dejaron seguir el juego, ya con un cinco jugadores por bando, hasta alcanzar el final con el 76-80 en el luminoso, favorable a Bilbao Basket.GARA