Urgente, muy urgente
Ya, ya sé que estamos con resaca postelectoral, haciendo conjeturas con los posibles pactos y demás, que la campaña nos ha tenido ocupadas, pero hay algo urgente que tratar y resolver: es la grave situación de los presos enfermos. Actualmente hay 13 presos gravemente enfermos. De diez se ha hecho público su nombre y situación; otros tres prefieren de momento no hacerlo. Alguno está estable dentro de la gravedad, pero si no actuamos con rapidez y energía puede ser que un mal día nos despertemos con la noticia (ojalá no vuelva a suceder) de la muerte de alguno de ellos cuya situación es particularmente grave.
Están enfermos, lejos de su casa, de sus médicos de confianza, de familiares y amigos que les arropen, haciendo frente a una política penitenciaria vulneradora de derechos. Sufren enfermedades muy graves: cáncer, sida, enfermedades neurológicas, mentales, etc., que se agudizan en prisión, donde no se pueden tratar como corresponde.
En sus localidades de origen se han creado plataformas integradas por amigas y amigos y por vecinos preocupados por la grave situación de sus convecinos presos y enfermos. Su objetivo es reclamar el respeto a derechos básicos fundamentales como es la asistencia sanitaria digna, que se hace imposible en prisión. Por ello exigen la excarcelación inmediata de los presos enfermos.
Para reforzar esta exigencia, las diferentes plataformas hemos decidido juntarnos para dar una respuesta más amplia y socializar la situación de los presos enferemos. Creemos que no es solo problema de amigos y familiares, sino que agentes sociales diversos y personas que creen en la defensa de los derechos humanos también pueden aportar mucho en esta lucha movilizando a la sociedad.
Somos conscientes de que hoy en día la sociedad, la gente, tiene prioridades y necesidades apremiantes: el trabajo, su situación económica, etcétera, pero pedimos que se haga un hueco para dedicarlo a este tema tan grave... para que los presos enfermos recuperen la libertad para hacer frente a su enfermedad en casa, con su gente.
Que cada barrio y cada pueblo sea un clamor. Llamamos a sumarse masivamente a las iniciativas que se organicen en defensa de sus derechos. Es urgente, muy urgente. Los queremos vivos y en casa.