Dos cenicientas para un único zapato de cristal
Hurricanes y Highlanders, que &bs;aún no tienen ningún título, disputan este sábado la final del Super Rugby.
Hurricanes (Wellington) contra Highlanders (Dunedin). Isla norte contra sur. El Westpac Stadium de la capital neozelandesa acoge este sábado (9.35, hora de Euskal Herria) la final de la vigésima edición del Super Rugby.
Gane quien gane estrenará su palmarés en la competición, ya que las dos escuadras tienen en sendos subcampeonatos su máximo logro. Hurricanes en 2006 y Highlanders en 1999, con derrota en ambos casos ante Crusaders. Será la quinta final entre dos equipos neozelandeses y el título número 13 para una franquicia de ese país, por 4 para equipos australianos y 3 para los sudafricanos.
Hurricanes llega a la final como favorito, tras una temporada casi perfecta con solo dos derrotas, una en casa ante los Waratahs de Sydney y otra fuera en Christchurch frente a Crusaders. En la fase regular se ha impuesto en los dos duelos contra Highlanders, 13-20 en Dunedin (20 de marzo) y 52-20 en su feudo, el reciente 5 de junio.
En semifinales ofreció el sábado un recital ante los Brumbies de Camberra, a quienes doblegó 29-9 tras anotar cuatro ensayos y no conceder ninguno.
Los de amarillo han perfeccionado su espectacular estilo ofensivo, ganando enteros en la faceta defensiva con la solidez de su delantera y la llegada a la línea de Ma’a Nonu, que se ha sumado a los Perenara –el medio melé suma 11 ensayos, el segundo mejor de toda la competición–, Barret –noveno máximo anotador con 112 puntos–, Conrad Smith o Julian Savea, que ya acumula 8 ensayos.
No obstante, analistas como Javier Señaris y Eugenio Astesiano destacan por encima de todo la explosión del tercera línea Ardie Savea como «figura superlativa», tal y como subrayan en su blog hablemosderugby.com.
Aspirante cualificado
El papel de outsider le corresponde a Highlanders, si bien tampoco cabe calificar de sorpresa su presencia en la final, ya que fue el mejor segundo equipo de la temporada regular –once victorias y cinco derrotas– y solo el sistema de competición les obligó a disputar los cuartos de final, al no ser los mejores de su conferencia.
Los de Dunedin han tumbado a los dos últimos campeones. En cuartos eliminaron a sus compatriotas Waikato Chiefs (24-14), mientras que en semifinales devastaban el feudo de los defensores del título, Waratahs (17-35), marcando 5 ensayos.
La bisagra que conforman Aaron Smith con el 9 y Lima Sopoaga con el 10 comanda las operaciones. El apertura es el segundo máximo anotador del torneo (183 puntos) y es más que probable que este sábado se sitúe en cabeza del ránking, ya que está a solo cuatro de un Bernard Foley (Waratahs) que verá la final por televisión. El doble duelo con Perenara-Barret será clave. En la finalización destaca el ala Waisake Naholo, líder de la tabla de ensayos con 12.
La final marca el punto y final antes de la ampliación de 15 a 18 equipos participantes. En 2016 el Super Rugby llegará a cuatro continentes con la inclusión de un equipo argentino y otro japonés, amén de una sexta franquicia sudafricana con sede en Port Elizabeth.
Un Championship recortado por el Mundial
La disputa del Mundial condiciona el formato del Championship de este año, que se disputará en tres rondas –17-18 de julio, 25-26 de julio y 8 de agosto–, en vez de seis. Nueva Zelanda parte una vez más como favorita, si bien el diseño del calendario juega en su contra, ya que recibe a Argentina en el arranque y luego visita Sudáfrica y Australia. Los Springboks están ante su gran oportunidad, ya que solo han de viajar a cancha australiana, mientras que reciben en territorio africano a los All Blacks y a los Pumas.I.I.