23 AGO. 2015 BALONMANO Zarautz se zampa a Zuazo El equipo de Barakaldo se vio superado desde los momentos iniciales por un rival mucho más ambicioso. P. URTAZA AIALA ZARAUTZ 32 ZUAZO 29 Impresionante. El Zarautz le dio un susto el miércoles al Aula Cultural y ayer demostró en Elgoibar que no fue una casualidad. Es posible que Zuazo afrontara con excesiva confianza este compromiso, pero ello no resta ni un ápice de mérito a un equipo que jugó como un reloj, otra vez sobresaliente en el aspecto físico, y mejor aún en ambición, en no dar un balón por perdido, en agobiar de tal manera a su rival que logró desconectarle del partido durante muchos minutos, y encima llevando el mando en el marcador desde el primer minuto, aguantando las embestidas de las vizcaínas al final de la primera parte, llegando a acumular una diferencia de hasta seis goles en varios momentos de la segunda parte (24-18, 30-24, 31-25...), y soportando sin venirse abajo un 0-4 en el tramo final que recordaba al 0-7 que le metió el Aula para romper el partido hace unos días. Pero esta vez el tiempo muerto sirvió para no perder la calma, y Balenziaga, con el pulso de una veterana –los genes influyen– hacía el 32-29 que sería definitivo. A diferencia del miércoles, el Zarautz protegió muy bien la posesión del balón, logró gran continuidad en sus acciones de ataque, y resolvió muy bien los intentos de presión rivales en la zona central con pases cruzados a los extremos, que lo agradecieron con un montón de goles (8). Con este juego rápido y vertical siempre encontraba situaciones claras, que en el primer tiempo se traducían en hasta ocho penaltis, de los que Goikoetxea convirtió seis en una serie inicial impecable, Aalla le paró el séptimo –pero la zarauztarra recogió el rechace y marcó–, y Zaldua mandaba el octavo fuera. A Zuazo le costó mucho entrar en el partido, debido sobre todo a que la defensa zarazutarra incomodaba mucho a sus laterales, sobre todo a Steinbach. Artola (partidazo el suyo, tanto defendiendo a la alemana como moviendo el balón con mucho criterio en ataque) le salía hasta 12-14 metros, y otro tanto hacía Badiola en el otro lado. Zuazo se revolvía, ponía en pista a sus previsibles titulares, y hacía desaparecer en un instante la ventaja zarauztarra, pero Collantes entraba on fire en la portería y con varias paradas a bocajarro permitía superar el mal momento. Del 10-12 se pasaba al 14-12, y Zaldua hacía el 16-15 con que finalizaba la primera mitad cuando sonaba la bocina. Tras el descanso, lejos de remontar y tomar el mando, Zuazo veía a su rival venirse arriba. Los cambios no funcionaban y solo las acciones individuales, primero de Elizegi, luego algún destello de Steinbach, y al final de Nogales, permitían reducir ventajas. Pero Zarautz siempre se rehacía, hasta lograr una victoria de las que elevan la moral.