Lara Arruabarrena protagonizó la sorpresa de la jornada de ayer en el Open de China, aunque de forma involuntaria, al retirarse, por una lesión en el tobillo izquierdo, la cabeza de serie número uno del torneo, la rumana Simona Halep, lo que benefició a la tolosarra que iba ganando el primer set por 5-4.

Halep, la tenista que ha ganado más partidos en pista dura este año, empezó dominando el encuentro por 3-1 pero luego cedió cuatro de los cinco juegos disputados, tocada físicamente.

«Tengo un dolor en el talón de Aquiles, y ha empeorado», señaló la número dos del mundo. «Creí que había mejorado y que podría jugar pero no ha sido así y no he querido forzar. Es una lesión peligrosa pero espero recuperarme y estar lista de nuevo pronto», señaló la rumana.

Halep, que tenía ese problema desde el torneo de Cantón, y que se le reprodujo en Wuhan la pasada semana, insistió: «Mi primer pensamiento es estar bien, y aunque cada torneo es importante, lo más importante es estar en condiciones, no sentir dolor y luego, veremos». La guipuzcoana, de 23 años y número 95 en el ránking de la WTA, había llegado al cuadro principal a través de la fase previa, en la que ya sorprendió imponiéndose a la estadounidense Christina Mchale (62ª del mundo) y a la eslovaca Daniela Hantuchova (81ª, aunque hace una década estuvo en el top ten). Ahora se medirá en segunda ronda a Bethanie Mattek-Sands, quien también llegó a través del torneo de calificación. La estadounidense derrotó a la francesa Alize Cornet por 6-3 y 6-3.

Garbiñe Muguruza –cabeza de serie número cinco en el abierto pequinés, el puesto en el que figura desde hoy en el ranking mundial– está exenta de jugar en primera ronda y le espera en la segunda la estadounidense Irina Falconi, que también llega de la previa. Habrá que ver si se ha recuperado de sus males.