26 OCT. 2015 La Fiscalía asume que el ertzaina 10.514 del muro de Donostia mintió La Fiscalía asume los «hechos probados» en el juicio contra Edurne Martínez, lo que supone admitir que las heridas del agente con carné número 10.514 no se produjeron en su detención. La jueza había sentenciado que este ertzaina no dijo la verdad al acusar a la detenida. La consejera de Seguridad apoyó al agente. Iñaki IRIONDO GASTEIZ El Juzgado de lo Penal número 5 de Donostia absolvió a Edurne Martínez del delito de atentado y falta de lesiones y la castigó simplemente por una «falta contra el orden público», tras su detención en el muro popular disuelto en el Boulevard donostiarra el 19 de abril de 2013. Pero en la sentencia adquiría especial valor la constatación de la jueza de que las pruebas –en concreto un vídeo aportado a la causa por su abogado defensor, Iñigo Iruin– «avalan las manifestaciones de la acusada, que afirmaba que el agente faltaba a la verdad en el relato de los hechos». Esta realidad ha sido asumida ahora también por la Fiscalía, lo que no deja en buen lugar a la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. El agente con carné profesional 10.514, un hombretón enorme, aseguró en su declaración que el 19 de abril de 2013, durante el desalojo del muro popular construido en Donostia, «cuando fue a levantar del suelo» a Edurne Martínez, una joven más bien menudita, «sintió dos patadas en la rótula» y «la detuvieron». Según el ertzaina, «tuvo lesiones y acudió a Mutualia de urgencias y manifestó que le dolía la rótula bastante y no puede precisar lo que dijeron los médicos, así que se remite al parte de lesiones» presentado. Pero la joven tenía otra versión. A ella le detuvieron agarrándole por la coleta, la separaron del grupo unos seis o siete metros, la tumbaron boca abajo y fue entonces cuando llegaron otros ertzainas y uno de ellos se sentó sobre ella. Y sus palabras se apoyaron con un vídeo, en el que efectivamente se ve cómo uno de esos agentes que llegan cuando ya está detenida puede ser fácilmente identificado como el 10.514 por su corpulencia. Y, además, se acerca con un andar «anómalo, como cojeando». Por eso, la sentencia da la razón a la detenida cuando dice que el agente falta a la verdad al acusarle de sus lesiones. Y en los «hechos probados» deja constancia de ello. Defensa de la consejera Este caso en el que un ertzaina faltó a la verdad para tratar de inculpar a una detenida por un delito de atentado llegó al Parlamento. Julen Arzuaga, de EH Bildu, preguntó por ello a la consejera de Seguridad en un pleno el pasado 2 de octubre. Y Estefanía Beltrán de Heredia salió en defensa del agente. Por un lado, esgrimió que «el ertzaina también es una persona con derechos a la presunción de inocencia». Y reforzó este argumento dando a conocer que la sentencia no era todavía firme, porque «según hemos podido saber está recurrida por el Ministerio Fiscal ante la Audiencia Provincial». Recurso sí, pero no por eso La declaración de la consejera fue la primera noticia que la defensa de Edurne Martínez tuvo sobre el recurso de la Fiscalía. Pero una vez tenido acceso al mismo, lo que se comprueba es que el escrito del fiscal, lejos de desmentir que el ertzaina faltó a la verdad en su declaración, lo que hace es confirmarlo, cuando señala textualmente que «este Ministerio Público no discute, en modo alguno, los hechos probados fijados por el juzgado». El recurso se debe a que entiende que dichos hechos deben ser considerados como un delito de desobediencia, y no simplemente una falta. En todo caso, la Fiscalía tampoco ve ahora el delito de atentado al agente 10.514 ya que admite que, como se recoge en la sentencia, en el juicio no quedó acreditado que se produjera las lesiones «como consecuencia de su actuación en el desalojo de Edurne» Martínez. Sobre la posibilidad de presentar una actuación por falso testimonio contra este agente, desde la defensa de la joven se explicó a este diario que están a la espera de que la causa contra ella se cierre, puesto que sus esfuerzos en este momento están centrados en evitar una condena por aquel desalojo. Luego se ocuparán de esa cuestión.