Agnieszka Radwanska ganó el primer gran título de su carrera tras vencer ayer a Petra Kvitova en la final del Masters WTA en Singapur por 6-2, 4-6 y 6-3. La polaca, que había perdido dos partidos en la fase de grupos, se clasificó para la final tras vencer el sábado a Garbiñe Muguruza en la semifinal. En una reñida final que se fue a tres sets, la polaca se impuso a la doble campeona de Wimbledon tras dos horas y cinco minutos de lucha

Radwanska dominó el primer set, pero Kvitova se recuperó en el segundo. El tercer parcial estuvo lleno de tensión en la pista azul y cubierta de Singapur. La polaca perdió el servicio nada más comenzar la manga, pero se recuperó con frialdad, para terminar ganando y sucediendo en el palmarés a la estadounidense Serena Williams.

Radwanska bordó el tenis para jugar de forma magistral, destrozar los esquemas de la checa, campeona en 2011, y unir su nombre a las 18 diferentes ganadoras de este torneo. Ya suma 17 en su palmarés, después de los obtenidos esta temporada en Tokio y Tianjin. Buena prueba de esa perfección que exhibió Radwanska fue el porcentaje de errores no forzados en el primer set: tan solo uno, por los 25 de Kvitova en 32 minutos. La jugadora, de 26 años, que se clasificó a última hora para el torneo que cierra el circuito femenino, rompió a llorar tras lograr este trofeo en su séptimo intento.

«Esto significa mucho, era mi primera final y no podía haberlo hecho mejor. Es el día más feliz de mi vida. Hace unas semanas no me veía aquí y ahora estoy muy orgullosa de lo que acabo de conseguir. En los momentos clave hice lo correcto. ¿qué más puedo pedir?», dijo.

Muguruza, tampoco en dobles

Martina Hingis y Sania Mirza, dominadoras del circuito de dobles, se proclamaron campeonas al vencer, por 6-0 y 6-3, a Carla Suárez y Muguruza en 66 minutos. La antigua niña prodigio ha cumplido 35 años y ha encontrado un filón en esta categoría. La suiza ha formado una pareja casi invencible junto a la india Mirza, la número 1 en dobles. Ayer, Muguruza tuvo ocasión de comprobarlo: «Su título es totalmente merecido». Hasta el noveno juego no pudieron inaugurar su casillero la vasco-venezolana y la canaria.

Muguruza concluye la temporada como tercera del mundo después de un año que calificó de «duro», aunque apuntó que poder participar en el torneo que reúne a las ocho mejores jugadoras y a las ocho mejores pa «lo compensa todo».