Una marcha en Lasarte-Oria subraya que es posible detener la incineradora
Lasarte-Oria fue escenario ayer a la tarde de una muy nutrida movilización convocada por la plataforma Aire Garbia, donde se reivindicó la paralización de los planes para construir la incineradora. Los manifestantes subrayaron que «es posible» parar el polémico proyecto.
A pesar de las inclemencias meteorológicas, cientos de personas participaron ayer a la tarde en Lasarte-Oria en una nueva movilización contra la pretensión de volver a «resucitar» el proyecto de la incineradora. Los opositores tienen muy claro que cuentan con el suficiente respaldo ciudadano y argumentos que avalan que la quema de residuos no es la mejor manera de gestionar su tratamiento.
Desde la plataforma Aire García, convocante de la marcha, incidieron en que ni los defensores de la construcción de la planta en Zubieta se lo creen. «Nos quieren hacer creer que la incineradora es imparable, porque saben muy bien que esa es su única oportunidad: que nosotros nos creamos que es imparable», señalaron, al tiempo que insistieron en que los opositores a la quema de los residuos deben de ser muy conscientes de que están a tiempo de paralizar los planes de PNV, PSE y PP.
Recordaron que antes que en Zubieta, se trató de ubicarla en Zaldunborda y antes en Landarbaso, Urnieta y Aritzeta. En todos los casos, comentaron desde Aire Garbia, el principal argumento en contra de la incineración es el perjuicio que causa en la salud, aunque señalaron también la enorme inversión que sería necesaria para levantarla.
Los opositores explicaron que los residuos «no son basura, son –aclararon– recursos productivos finitos que hay que aprovechar». Quisieron dejar claro al leer el manifiesto final que lo único que acababa de concluir era la manifestación de ayer, pues lo que se había podido ver en las calles de Lasarte-Oria era que comenzaba un nueva camino para evitar que la incineradora se levante en terrenos de Zubieta. La respuesta ciudadana les hace ser optimistas sobre el resultado de su lucha.