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IBILIZ IBILI | Antxon ITURRIZA «AIZPEL»

Pisando hojarasca por los bosques de Añarbe


El otoño es la época ideal para caminar por el bosque. Y a pesar de que el momento álgido de su esplendor cromático ya está pasando, quedan como un remate delicado de la fugacidad de su belleza las inmensas alfombras de hojarasca que tapizan las laderas de nuestros bosques caducifolios. Hoy vamos a proponer un recorrido por los bosques de la reserva natural de Añarbe, en la muga entre Gipuzkoa y Nafarroa, que nos permitirá disfrutar de la agradable sensación de pisar esos mantos vegetales teniendo como referencia central la cumbre de Urdaburu.

Iniciaremos nuestra excursión en Ugaldetxo, en la carretera entre Hernani y Goizueta.

Junto al restaurante que allí se encuentra, parte una pista en dirección NE balizada con las referencias de la GR 121 (Vuelta a Gipuzkoa). Enseguida nos encontramos ante un cruce y una barrera metálica (5 min), que cruzaremos para seguir pista arriba, atentos al balizaje de la GR, que en la proximidad de un bosquete de pinos Lawson describe un brusco giro a la derecha (18 min). Ganamos altura por este carretil hasta alcanzar en el collado de Aparrainsoro un área recreativa que ofrece magníficas panorámicas sobre las diferentes montañas y bosques de la cuenca del Urumea.

Seguimos ascendiendo por la pista, hasta que el trazado de la GR nos obliga a describir un nuevo y rotundo giro a la derecha (23 min) para dirigirnos ahora hacia las ruinas del caserío Lizarregi. Un poco más arriba alcanzamos el collado del mismo nombre, identificable por un poste indicador (428 m) (1 h). Entre las opciones que nos ofrece vamos a escoger la dirección que nos encamina hacia Malbazar, pero no vamos a mantener el trazado de la pista más que unos minutos. En cuanto su perfil empieza a llanear tendremos que buscar el arranque de un estrecho sendero que a la derecha emprende un fuerte ascenso (1,04 h). Difuminándose en algunos tramos, la senda va ganando altura con rapidez hasta situarnos en los roquedos de la cumbre de Urdaburu (599 m) (1,25 h), que nos abre una espléndida vista hacia la costa guipuzcoana.

El descenso lo vamos a hacer por la ladera opuesta (N), hasta alcanzar por una senda clara y concurrida el collado de Pagosarde (414 m) (1,45 h), en el que se encuentra una balsa para la conservación de la fauna anfibia.

Para continuar nuestro itinerario vamos a situarnos unos metros por debajo del indicador que muestra la ruta de ascenso a Urdaburu. Allí deberemos localizar el inicio de una senda (no preocuparse porque veamos un aspa avisadora de un rumbo erróneo). Siguiendo unos metros por ella enseguida enlazaremos con el balizaje del PR 1003 que nos va a guiar abriéndose paso entre alfombras de hojarasca por un extraordinario paraje de hayedos.

La senda mantiene altura mientras bordea sabiamente las barrancadas que vierten al embalse de Añarbe hasta alcanzar el collado de Untzegiko lepoa (390 m) (2,10 h) señalado por un indicador. Aquí podríamos hacer más breve la ruta si tomamos la opción de regresar al collado de Lizarregi, pero nuestra propuesta invita a tomar la dirección de Ugaldetxo (6,9 km), que nos va a permitir prolongar nuestro disfrute de los bosques de Añarbe.

Tras un tramo mantenido, la senda emprende un fuerte descenso al que sucederá una recuperación de altura hasta ganar el altozano de Gorostegi (360 m) (2,35 h), emplazado sobre la muga entre Arano y Errentería.

Manteniendo la línea de la muga y atentos siempre al balizaje del PR, vamos a descender hacia un pequeño collado que marcará el inicio de la subida hacia la inmediata cumbre de Oberan (412 m) (3,05 h). Podremos soslayar este esfuerzo flanqueando la ladera por una tenue senda. En cualquiera de los casos, nos situaremos en un nuevo collado que, siempre siguiendo por los altos la línea de las mugas entre Gipuzkoa y Nafarroa, va a llevarnos hasta la cota de Arbitarte (403 m) (3,15 h), que remata este cordal.

A partir de este punto, la ruta del PR 1003 acomete un ininterrumpido y largo descenso hasta situarse en las cercanías del caserío Argorri (3,50 h). Allí confluimos con una pista que, tomando hacia la derecha, nos lleva a cruzar el cauce de la regata de Errekabeltz. El tramo que nos resta para completar la ruta va a ser una relajada caminata siguiendo en paralelo al meandro del río Urumea, hasta confluir con la pista que procede de Ugaldetxo (4,20 h).