Tirita para el Real Madrid a costa de un Eibar incansable

Un chispazo en el primer tiempo y un penalti en la recta final dan los tres puntos al equipo visitante.

EIBAR 0

REAL MADRID 2

Un chispazo de clase, un buen centro de Modric y el correspondiente cabezazo de Bale, permitió a la lógica imponerse en Ipurua. Siguiendo a pies juntillas el discurso de su técnico, el Eibar no dejó de luchar para evitarlo pero tuvo que hincar la rodilla ante la realidad. Esa que habitualmente se inclina del lado de los grandes, aun cuando presenten los argumentos justos. Porque el Real Madrid firmó un partido ramplón. Pero una acción aislada en el primer tiempo y un penalti en la recta final le bastaron para llevarse los tres puntos de Ipurua.

Poco más de una tirita, posiblemente insuficiente para taponar la herida con la que llegaban los merengues a Eibar. Aunque de ese problema ya se ocuparán en la capital española. Lo relevante para la escuadra azulgrana es que, forma y merecimientos al margen, la faena se la hicieron igualmente, privándole del sueño con el que se ilusionan todos los rivales del Real Madrid y al que el equipo de José Luis Mendilibar aspiraba esta vez legítimamente, teniendo en cuenta su trayectoria previa de juego y resultados.

Se esfumó la ilusión. Y lo hizo por la capacidad resolutiva del rival pero también porque el Eibar no fue exactamente el que viene siendo. El esfuerzo sí fue, como siempre, inconmensurable. De ahí que el equipo de Rafa Benítez, incapaz de hacer relevante su dominio del balón, apenas inquietase a Asier Riesgo. Pero se echó en falta el descaro, la alegría con la que los armeros miran habitualmente al frente; la convincción, quizá, de que el Real Madrid era un rival batible. Pocos de los balones que recuperaron llegaron esta vez al área contraria. No fue demérito exclusivo de los eibarreses, que se encontraron con un adversario tan obsesionado por reencontrarse con el triunfo como por acabar con su sangría defensiva. No es por nada que Pepe fuera el jugador más destacado de su equipo.

Se salieron con la suya los visitantes, que acabaron también con unas cuantas rachas de su anfitrión. Primer gol encajado en estrategia –los madrileños fueron muy superiores en el juego aéreo– y primer descanso con el marcador en contra, sin ir más lejos.

Mejor las defensas

Y eso que el partido empezó con buena pinta. Hizo falta menos de un minuto para que dos de las novedades en el once armero, Inui y Capa, fabricaran una rápida combinación y provocaran el primer córner. Y apenas diez minutos más para que Enrich probara por primera vez a Keylor Navas. A su rival le costó horrores responder, apenas un par de remates a puerta en todo el primer tiempo –aburrido, con mucho centrocampismo y poca chispa, casi siempre por parte local–, con Riesgo muy atento en ambos casos. Lamentablemente a la tercera, a solo tres minutos del descanso, llegó la vencida. Y de forma poco habitual. En un saque de esquina que recibió Modric para que su centro lo cabecease Bale en el primer palo.

No lo acusó en exceso el Eibar, que regresó al césped convencido de que un gol era insuficiente para sentenciar el partido. Pero el segundo tiempo transcurrió por unos derroteros muy parecidos. Gran concentración defensiva por parte de ambos equipos y escasa inspiración ofensiva, también en ambos bandos. De ahí, posiblemente, que el partido lo acabara decidiendo un penalti. No el de Juncà a Ronaldo, que el árbitro no vio, pero sí la caída, bastante más dudosa, de Lucas Vázquez ante Dani García que Ronado transformó en el definitivo 0-2.

«Hemos trabajado mucho pero nos ha faltado cara arriba»

De más a menos, José Luis Mendilibar acabó encantado con el derroche físico de sus jugadores, no tanto con el juego y lógicamente disgustado con el resultado.

«Hemos trabajado mucho, como siempre. Pero nos ha faltado hacer algo más arriba, tener más personalidad –explicó–. Hoy no la hemos tenido, tampoco en las faltas y los córners hemos estado como otras veces, aunque también hay que darles mériro a ellos porque en defensa han hecho un buen partido». Insistió, en este sentido, en que «nos ha faltado un poco más de cara para querer hacer cosas arriba. Trabajas mucho para hacer ocasiones y hoy no las hemos hecho. Nos ha faltado soltarnos cuando robábamos y estábamos en el campo contrario con balón, ir con más gente... Otras veces subimos más, metemos centros, despejan y repetimos porque llevamos más gente... Hoy no ha pasado eso, supongo que también tendrá mérito el rival».

También su equipo tuvo que esforzarse doblemente, precisamente por su desacierto arriba. «Si no haces goles, ocasiones, tienes que estar muy bien, concentrado para que no te las hagan a tí». Y realmente hizo bien pocas el Real Madrid. Pero fueron suficientes, como suele pasar con equipos de esta calidad, para desnivelar el encuentro. Lamentó Mendilibar que el primero llegara en estrategia. «Hasta ahora hemos estado muy bien a balón parado, no nos habían hecho ninguno. Pero estos son tan buenos en todo, tienen tanta fuerza, que cuando no pueden con el juego te ganan con otros argumentos». «Aunque con el 0-1 el equipo ha seguido creyendo –añadió–, no se ha rendido hasta el segundo, cuando faltaba ya muy poco tiempo». A.U.L.

Protagonistas

Riesgo. Quizá pudo hacerlo mejor en el gol pero antes había firmado dos magníficas intervenciones en las únicas ocasiones del Real Madrid en el primer tiempo. También lo hizo en el segundo tiempo.

Dani García. Inagotable, fue el mejor del equipo junto a Ander Capa. Principal responsable de que los delanteros rivales apenas recibieran balones.

Adrián. Regresó al equipo con el mono de trabajo. Una pena que tanto esfuerzo defensivo le restara presencia en labores más creativas.

Inui. El atacante con más chispa del equipo, aunque le faltó continuidad para hacer daño.

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