Cuando el Baskonia defiende, al CAI se le apagan las luces
Causeur respondía al primer arreón aragonés, y elacierto de Adams desde la lejanía daba el remate.La defensa de Diop sentó a Planinic en el banquillo.
CAI ZARAGOZA 66
LABORAL K. BASKONIA 90
Enojado, Velimir Perasovic solicitaba tiempo muerto a lo largo del primer cuarto. Después de ordenar la jugada a realizar en el siguiente ataque, retornaba a mencionar la mala defensa que los suyos estaban realizando durante los primeros minutos. «¡Si no defendemos, nada tiene sentido!», espetaba. Sus muchachos, tras encajar 25 puntos en el primer cuarto, le hicieron caso a su técnico, y aquella mejora atrás bastó para que al CAI Zaragoza se le apagaran las luces.
Después de que Causeur, con 10 puntos en el primer período, aguantara el arreon maño, todas las carencias de la escuadra maña quedaron al descubierto, en especial en el segundo cuarto. El CAI solo anotó dos canastas en juego, y culminó el parcial de 9-22 con cinco tiros libres. Y los de Andreu Casadevall –que vivió un debut pesadillesco– casi debieran dar las gracias a un arbitraje puntilloso hasta la náusea. De otro modo, a saber si hubiera llegado a 34 puntos al descanso.
La disputa por el partido se mantuvo hasta el empate a 27. Un par de triples de Adams –firmó 5 d 6 desde lejos– puso por delante a los gasteiztarras y ya nunca perderían la ventaja. Viendo que el CAI sufría para anotar cuando no podía surtir de balones a Norel –toda vez que Bellas y Sastre se cargaron de faltas–, Perasovic ensayó varias zonas, manteniendo a Ilimane Diop en el parqué, a pesar de que el gasteiztarra de Dakar no tardó en cometer tres faltas. Para el descanso, el CAI sumaba 12 pérdidas y un 1 de 7 en triples –acabaría con 2 de 22–. Un triple de Corbacho certificaba un 34-44 prometedor.
Buenos minutos de Shengelia
Cinco puntos seguidos de Joan Sastre, que establecían el 39-48, fue el último atisbo de que en el pabellón José Luis Abós hubiera partido. La intimidación de Ilimane Diop y los puntos de Shengelia remataban el duelo.
Shengelia encontró mil facilidades para penetrar y hasta pudo lucirse con un par de tiros exteriores, aunque el tiro desde lejos no sea su fuerte. Por su parte, Ilimane Diop volvió a demostrar que rinde mucho mejor cuando dispone de minutos. El pívot de origen senegalés impuso su intimidación a Sastre y Norel, e incluso consiguió culminar un alley oop con Causeur. Su buen hacer propició que Darko Planinic no regresara al parqué sino hasta los minutos de la basura, junto a Mamadou Diop.
De hecho, hasta el propio Mamadou Diop logró anotar. Tal era el punto de desesperación de un CAI Zaragoza que presenta carencias, pero que ante la defensa baskonista ofreció un nivel ciertamente pobre.
«Jugando bien o mal, pero competimos»
«Nuestro primer cuarto fue para olvidar, ya que defendimos muy mal ante un CAI que, lo sabíamos, iba a salir en tromba. Pero nuestras defensas zonales del segundo cuarto pararon su ataque, y después defendimos en individual mucho mejor. A eso se le une que ellos están en un momento de tensión, y por eso hemos ganado más fácilmente de lo que creíamos», analizaba Velimir Perasovic.
El técnico croata reflexionaba que «no tenemos la calidad como para ganar en Zaragoza sin trabajar mucho. Pero si tenemos una cosa buena, como también se vio en Atenas, es que jugando bien o mal, siempre jugamos duro y competimos».
En ese sentido, destacaba la aportación de Shengelia o Ilimane Diop como factores «clave &bs;para romper el partido». «Ilimane nos ayudó mucho a nivel defensivo. Creo que ese es el camino: que todo el mundo aporta algo y eso nos da confianza y nos facilita las cosas. Si no aportas, no ganas fuera de casa», culminó. A.G.