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El año se cierra sin burbujas pero con tres puntos

El Eibar se reencuentra con la victoria tras mes ymedio de espera. Tras un flojísimo primer tiempo, en el que los porteros apenas tuvieron que actuar, losazulgranas reaccionaron en la reanudación, sentenciando el choque en diez minutos.


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Misión cumplida. Mes y medio después de imponerse al Getafe, el Eibar se reencontró con la victoria. Despidió el año haciendo lo propio con su peor racha de la temporada, que le había llevado a sumar, ante rivales que en muchos casos tampoco invitaban al optimismo y con sensaciones fluctuantes, apenas dos puntos en cinco jornadas. Y comenzó, en consecuencia, con buen pie un tramo del calendario en el que cualquier punto será especialmente bienvenido, teniendo en cuenta la dureza de lo que tiene por delante.

Eso sí, lo logró en un partido que solo pasará a la historia por la fecha. O por ser el primero que enfrentaba a Eibar y Sporting en Primera. O porque Keko, tras mucho buscarlo, anotó su primer gol con la camiseta azulgrana. Por estadísticas diversas, en definitiva, pero difícilmente por lo que se vio sobre el césped, más allá de los goles. «Cosas increíbles pasan en Ipurua. Si quieres cosas más increíbles, quédate sentado tras el partido y disfruta del espectáculo», decía Iñaki Bea en el vídeo promocional del acto con el que el Eibar clausuró anoche su 75º aniversario. Y los azulgranas se lo tomaron al pie de la letra, reservando los efectos especiales hasta cumplidas las ocho y media. Porque, ciertamente, no hay mejor espectáculo que la victoria, pero hay muchos y bien diferentes caminos para conseguirla. El que escogió anoche la escuadra armera no fue el más cautivador. No hubo rastro de esos inicios impetuosos con que los eibarreses mantienen al espectador pegado a su asiento. No volaron las bandas, ni hubo acoso y derribo al área rival, pese a que el Sporting llegaba sin sus dos centrales titulares. No hubo prácticamente nada, de hecho, hasta que Keko deshizo el entuerto recién comenzado el segundo tiempo.

Hasta entonces, el Eibar –finalmente con dos novedades en la alineación, en la que entraron Lillo, en su primer partido como titular, y Verdi, en detrimento de Luna y Enrich– ni siquiera había sido superior a su rival. O al menos no tanto como para achacar las tablas del marcador a factores externos. Lejos de las bebidas burbujeantes propias de estas fechas, el juego del Eibar, y por extensión el partido, se asemejó a un vaso de agua. O más denso aún, de aceite. Porque si algo faltó anoche fue fluidez. Los locales llevaron la iniciativa durante casi todo el partido pero no supieron hacerla efectiva. Faltó velocidad, empuje, chispa. Por fortuna, el Sporting tampoco vino muy entonado, con lo que Riesgo ejerció de espectador en la primera parte –la única acción destacable de los asturianos acabó con un disparo alto de Halilovic–. Casi como Cuéllar, aunque el que fuera guardameta azulgrana sí se apuntó una estirada, al repeler con apuros un chut de Borja Bastón. Fue la acción más peligrosa de todo el primer acto, junto a dos disparos de Saúl buscando la escuadra que se marcharon por encima de la madera.

No empezó mucho mejor la reanudación que, de hecho, arrancó con un susto en la portería local, en el que la intervención de Dos Santos evitó un fin de año amargo.

Todo cambió a los diez minutos de la reanudación. Si alguien personifica esa vivacidad que se había echado en falta en el primer tiempo del Eibar es Keko. Y precisamente por eso, si algo había extrañado en esos 45 minutos, fue la poca presencia del madrileño, sin cuyas arrancadas el equipo es otro. Revivió a tiempo, y con él lo hicieron sus compañeros. Aunque en realidad el despertador lo puso Verdi, que de hecho fue el mejor en el segundo tiempo, con una asistencia desde el segundo palo, a la que Keko respondió con un disparo cruzado que llevaba el 1-0 al marcador.

Demasiado tarde

Lo más difícil se había conseguido pero, antes de que volviese a complicarse la tarde, el Eibar acertó a sentenciar el choque. La asistencia fue esta vez del especialista, Saúl, y la respuesta del pitxitxi, Borja Bastón, que batió por bajo a Cuéllar para firmar su octavo gol de la temporada y apuntillar al Sporting. Que no se rindió. De hecho, atacó en la última media hora todo lo que no había siquiera intentado en los sesenta minutos anteriores. Pero prácticamente su único recurso fueron las acciones a balón parado, media docena de córners que se fueron altos sin excepción, permitiendo que Riesgo volviera a consumir el periodo sin tener que desempolvar los guantes.

Aunque pocas, las mejores ocasiones le correspondieron al Eibar que, más cómodo y, sobre todo, con más ritmo, también creó entonces todo el peligro que se había echado en falta antes. Poco faltó para que Verdi anotara el tercero, primero con un chutazo de falta directa ante el que se lució Cuéllar junto al palo, después rematando a gol una asistencia de Saúl, finalmente invalidada por fuera de juego del italiano.

Pero no hubo más movimientos en un marcador suficientemente amplio para lo sucedido sobre el césped y que permite al Eibar despedir el año con 24 puntos. Diez por encima del descenso y más de medio camino hacia la permanencia recorrido.

Mendilibar: «Se agradece mucho este resultado»

A José Luis Mendilibar no le dolieron prendas al reconocer que el Eibar estuvo lejos de disputar un gran partido. Pero se congratuló por haber conseguido los tres puntos, siempre importantes y más anoche, por conseguirse ante un rival aparentemente directo y poner fin a una mala racha, en vísperas de un calendario maratoniano.

«No sabemos dónde estaremos los dos al final pero en principio es un rival de nuestra Liga y la victoria se agradece –aseguró –. Y verte con tantos puntos sobre los equipos de abajo te da tranquilidad. Ganar este partido ha sido importante, más aún después de la racha que traíamos, con tantos partidos sin poder ganar y más viendo el maratón que se nos viene por delante. Se agradece mucho este resultado».

En lo que respecta al encuentro, admitió que «la primera parte ha sido muy mala. Por nuestra parte y por la suya, aunque ellos a fin de cuentas jugaban fuera y quizá daban por bueno el empate. Pero nosotros no hemos hecho nada, sin ritmo, no hemos dado tres pases seguidos, no hemos sorprendido, hemos dejado que el Sporting se situara siempre bien para defender... –lamentó–. Aunque no hemos cambiado jugadores, la idea era dar más vivacidad al juego en la segunda parte y creo que lo hemos hecho. Ha habido más ritmo, más intensidad y además hemos marcado dos goles». A.U.L.&hTab;

Protagonistas

Capa. Pese a que, curiosamente, es el único que, junto a Riesgo, no ha disfrutado de seis días de descanso –ambos jugaron con la selección en el Camp Nou– fue el único azulgrana al que se vio con ritmo en el primer tiempo. Al menos protagonizó un par de arrancadas, aunque acabaran en nada.

Lillo. Primer partido como titular en Liga para el alicantino. Tiró del oficio que le caracteriza para no hacer concesiones, aunque se echó en falta que colaborara más en ataque.

Dani García. No fue su mejor día. Ni el capitán ni Escalante estuvieron tan incisivos como de costumbre y el ataque armero lo acusó.

Saúl. Como pasa tantas veces, es capaz de lo mejor precisamente cuando más desapercibido está pasando. Rozó el gol con dos disparos y sirvió el de Bastón.

Keko. Se le echó en falta en el primer tiempo pero lo suplió con su actuación en el segundo. Por fin obtuvo el premio del gol que tanto merecía.

Los azulgranas despidieron el año con una cena

Con los tres puntos en el bolsillo y sin descanso en los próximos días –habrá entrenamiento matinal hoy, mañana y pasado–, la plantilla azulgrana, junto al cuerpo técnico, directiva y empleados del club, celebró anoche tras el encuentro la tradicional cena de fin de año.