Seguridad
En Francia corren aires de «seguridad» a nivel de gobierno, aparato judicial y Ministerio de Interior, las tres patas de banco que conforman una cierta estructura de poder, bastante simbióticas cuando no subordinadas (como en todas partes, para qué nos vamos a engañar). En este afán de la administración por asegurar sus subordinados no es raro que se lleve por delante espacios de libertad, eso sí, por nuestro bien, dicen. El invierno 2014-2015 fue de los más mortíferos en montaña y después de los recientes accidentes por avalanchas en los dominios de las estaciones de ski francesas se elevan numerosas voces pidiendo tomar medidas contra esos «esquiadores imprudentes que actúan fuera de las pistas poniendo en riesgo sus vidas y las de los demás», además de los prejuicios económicos de los rescates, que es uno de los leiv motiv de las puyas contra el montañismo en general. El fuera pista es uno de los atractivos de las estaciones de ski, en algunas de ellas el principal, y su prohibición no sería admitida por los agentes de dichas actividades de montaña. Menos mal, que sale a la palestra el Procurador General de la República, en Grenoble, y declara que el «fuera pista» es legal en Francia y que la ley francesa considera que en ese terreno el ciudadano es «libre y responsable». Uno puede legalmente atravesar la cinta de colores que separa el terreno de la pista, eso sí, con prudencia, formación e información.