Jon ORMAZABAL
BALONMANO

Solo España sobrevive a la última escabechina

Noruega-Alemania y España-Croacia serán las semifinales tras los fiascos de Francia, Dinamarca y Polonia.

Por si había alguna duda de que la presente edición del Europeo de Polonia está siendo el torneo, de cualquier especialidad, más equilibrado y emocionante de los últimos tiempos, una última jornada de auténtico infarto lo corroboró, dejando a las tres principales favoritas, Francia, Dinamarca y Polonia, que apenas 24 horas antes parecían tenerlo todo bien atado, fuera de unas semifinales que cruzarán mañana a España contra Croacia y Alemania con Noruega.

Como si del tan famoso «efecto mariposa» se tratara, el empate que el martes dejó escapar Dinamarca ante Suecia desencadenó en un tsunami de dimensiones bíblicas, con la increíble clasificación de Croacia como máximo exponente. Tras un campeonato en el que, sin sus mejores jugadores defensivos, nunca había adquirido la necesaria velocidad de crucero, el equipo balcánico se presentó al partido que cerró la jornada con la obligación de superar a la anfitriona Polonia por más de 10 goles ante 15.000 enfervorizados aficionados a los que, a ninguno de ellos, les pasaba por la imaginación que su equipo podía quedarse fuera del cruce por entrar en la final.

Sin embargo, fue sin apenas presión cuando Croacia sacó a relucir todo su talento ofensivo, sobre todo el de un inspiradísimo Manuel Strlek que, con sus 11 goles en otros tantos lanzamientos, lideró la exhibición croata. Jugando a tumba abierta, el extremo izquierdo estuvo muy bien secundado por Marino Naric (7), Horvat (5) y Sliskovic (4), todos con más de un 80% de acierto en sus lanzamientos. El 10-15 del descanso no anunciaba nada bueno para los locales, que se hundieron en la segunda mitad, lastrados por sus 17 pérdidas y un pobre 43% de efectividad ante el meta reserva Ivan Stevanovic, que fue nombrado el MVP del partido con 13 paradas de 35 tiros.

Pero la gesta croata no hubiera sido posible si la tarde no hubiera comenzado con el sorpresón de la victoria de Noruega (24-29) sobre Francia, que no podrá defender el título. Los escandinavos se meten de esta forma en la lucha por las medallas por primera vez en la historia y lo lograron gracias al magnífico trabajo colectivo que tuvo en Kent Tobin Tonnesen, autor de seis goles, a su mejor exponente. Y eso que las cosas no empezaron nada bien para los nórdicos, atascados ante la defensa francesa, que comenzó mandando en el marcador.

En el otro grupo, Alemania alcanzó las semifinales por primera vez desde 2008, tras desperdiciar Dinamarca una jugosa renta de dos goles que parecía definitiva y caer derrrotada por 23-25, con lo que los 7 goles de su estrella Mikkel Hansen no sirvieron de nada.

Solo una victoria de Rusia sobre España podría salvar a los daneses, pero no sin sufrimiento, la selección de Manolo Cadenas, con un gran trabajo de Baena en el pivote, evitó la última sorpresa del día y no dejó escapar su oportunidad (25-23).