Pues si me preguntan quién va ganando...
La política española está que merece unas palomitas. Entre el sainete poselectoral, el alu- vión de casos de corrupción y otras derivadas del esperpento en que se ha convertido aquello, los episodios memorables se van sucediendo sin que a nuestra cabeza le dé tiempo para retenerlos todos.
Creo, sin embargo, que hay una frase que resume el estado de ánimo que se vive en el Estado. La soltó hace un par de días el ministro de Interior a cuenta del acoso sufrido por el concejal de Seguridad Ciudadana de Madrid a cargo de cientos de policías: «A veces probar tu propia medicina es lo mejor». Que es la versión publicable del «te jodes».
Recapitulando: el teórico máximo responsable de la seguridad, y mando de todos los cuerpos policiales, le suelta a su homólogo madrileño –más humilde, pero su trabajo es el mismo– que donde las dan las toman, y que tiene suerte, porque si hubiera estado él le habría dado dos sopapos.
Es hilarante pero también elocuente de cómo está el percal, en un lugar donde se ha detenido y encarcelado a dos titiriteros por hacer titiriterismo, donde «enaltecimiento» es trending topic, donde los partidos son nidos de víboras y donde hay quien dice que el segundo y el cuarto partido pretenden llegar a un acuerdo de ¿gobierno? sumando apenas un tercio del Congreso.
Mientras tanto, el president se mofa del TC vía Twitter, porque sabe que eso que llaman España hay que tomárselo a pitorreo y ellos ya se van.
Así que ahora que en casa andamos de reflexión introspectiva, si a mí me preguntan quién va ganando el conflicto, al menos sé que los otros, no.