«¡Al fin!» era la expresión más escuchada ayer por la tarde en la plaza de Angelu donde varias decenas de personas se concentraron en el mismo sitio en el que tres días atrás se había instalado una acampada permanente para reclamar la puesta en libertad de la vecina de la localidad labortana.

Su abogada, Maritxu Paulus-Basurko, hizo pública la «muy buena noticia» y dio las gracias en nombre de su defendida a todas las personas y colectivos que en los últimos meses han luchado para que sea excarcelada. La letrada resaltó que «ahora Lorentxa Guimón podrá tener los cuidados que necesita, algo que era imposible en la cárcel, y podrá afrontar su grave enfermedad rodeada de su familia. Para nosotros es un gran alivio pero hay que recordar que esta decisión ha llegado después de un largo camino y de mucho sufrimiento».

Las condiciones impuestas a la presa, que será puesta en libertad el 1 de marzo, serán, además, menos severas que las que estableció el juez en primera instancia cuando aceptó su libertad que fue luego recurrida por el fiscal. La medida más importante de la que se la ha eximido es la de portar una pulsera electrónica.

Sentimiento «agridulce»

La primera reacción de Bagoaz fue también de alegría por Guimón y por su familia pero, a renglón seguido, Emilie Martin y Claude Larrieu declararon tener «un sentimiento agridulce» ya que saldrá de prisión en un «estado crítico» debido a la degradación de su estado de salud que ha provocado su hospitalización en tres ocasiones en los últimos dos meses. Los portavoces del colectivo denunciaron la tardanza en acceder a su liberación y la atribuyeron al «ensañamiento político de un gobierno que rechaza obstinadamente entrar en el proceso de paz, de un gobierno encerrado en la represión y en la negativa a cualquier gesto hacia los presos».

«La libertad de Guimón es una victoria, una victoria política fruto del conjunto de movilizaciones e intervenciones de electos, personalidades y organismos para exigir su liberación» aseguraron.

Fuertes de esta «victoria», mostraron su determinación a «intensificar» sus acciones para que otros presos enfermos como Ibon Fernández Iradi o «todos aquellos que tienen derecho a la libertad condicional como Jakes Esnal, Txistor Haranburu o los hermanos Ion Kepa y Unai Parot que próximamente cumplirán 26 años en prisión, sean también excarcelados y para que acabe la dispersión».

Teresa Toda de Sare también deseó que «esto suponga un precedente» para los otros casos de presos enfermos, que nombró expresamente, apostillando que «en sí, la aplicación del derecho no debería ser noticia». «Queremos cerrar las puertas al sufrimiento cuanto antes y abrirlas de par en par a la resolución y a la convivencia que se merece este pueblo» añadió.

Desde Etxerat se congratularon también por la decisión que creen «era la correcta y justa», si bien deploraron su tardanza que ha acarreado «el empeoramiento de la salud de Lorentxa» a quien, junto a su familia, felicitaron.

Por otro lado, el gernikarra Iñaki Dominguez “Txomin”, encarcelado en Jaén, quedó ayer en libertad provisional.

Una decisión que, creen, «servirá para avanzar en la vía de la paz»

Nada más conocerse la decisión del juez, se produjeron las reacciones de diversos organismos y personalidades. La diputada socialista Sylviane Alaux, que se ha implicado mucho en la campaña para la liberación de Guimón, no escondió su satisfacción. «En el plano político somos cada vez más los que pedimos la puesta en marcha real de un proceso de paz», dijo señalando que aunque a veces sea difícil percibir avances, «hoy es obvio que se ha dado un paso».

Sus compañeras de partido y también parlamentarias, Colette Capdevielle y Frédérique Espagnac, incidieron en su «confianza en la justicia francesa» y en que «las cosas evolucionan». Para Capdevielle se trata de una «decisión importante porque la cuestión de los presos es crucial para el proceso de paz».

Jean-Jacques Lasserre, presidente del Consejo Departamental de Pau, manifestó que «cuando quiere, el gobierno escucha». Para la consejera regional ecologista Alice Leiziagezahar, que no entiende por qué la decisión no ha llegado antes, «las cosas avanzan a fuerza de presionar y la movilización debe seguir».

El sindicato CFDT saludó la decisión y expresó su «deseo de que el Gobierno y la Fiscalía se emancipen de la posición rígida del Estado español, refractario al proceso de paz». Anaiz Funosas de Bake Bidea consideró que «esta señal es buena, es el fruto del trabajo y de la acumulación de fuerzas de mucha gente».A. M.