Pablo GONZÁLEZ
estrasburgo
Entrevista
ZHANNA NEMTSOVA
HIJA DE BORIS NEMTSOV, LÍDER OPOSITOR RUSO

«Mi padre era un auténtico idealista, y eso es precisamente lo que le falta a Rusia»

Zhanna Nemtsova (1984, Nizhnii Novgorod) es hija de Boris Nemtsov el líder opositor asesinado hace un año en el centro de Moscú, a pocos centenares de metros del Kremlin. GARA conversa con ella sobre su situación personal, la figura de su padre y la situación actual en Rusia.

¿Cual es su situación actual?

Desde mayo de 2015 vivo fuera de Rusia.

¿Quiere volver?

Por supuesto, pero cuando sea seguro, cuando el respeto a los derechos humanos esté garantizado.

¿Ha recibido amenazas?

He recibido amenazas en las redes sociales, algo que considero serio, ya que mi padre también las recibía. Y no porque yo sea Zhanna Nemtsova, sino por mi determinación respecto a la investigación del asesinato de mi padre. Por otro lado, tengo claro que no podré seguir con mi carrera periodística, ya que busco justicia y eso en Rusia, por desgracia, se considera actividad política. Además, en Alemania he creado la Fundación Boris Nemtsov. No sería posible desarrollar todas esas actividades si viviera en Rusia. Nuestra familia ya ha perdido a nuestro padre, por eso debo estar en las mejores condiciones posibles para que el caso de mi padre sea resuelto.

¿Ha denunciado ante las autoridades rusas las amenazas que ha sufrido?

No lo hice. No lo considero una defensa efectiva, ya que mi padre si lo denunciaba, y lo han ignorado como en el caso de 2014 contra un tal Bastrikin. Si yo creyera en la Justicia rusa, no estaría sentada aquí con usted (la entrevista fue realizada en Estrasburgo).

¿Como describiría la figura que representaba su padre?

Mis palabras sobre mi padre sobran, basta con ver cuántas personas salieron a la marcha que se celebró en homenaje a su memoria. Era una persona incorruptible, con unos principios claros y un auténtico idealista, que es precisamente lo que le falta a Rusia. Es la gente así la que cambia el sistema. El era importante no solo para la oposición, sino para toda la Federación Rusa.

¿Qué más se puede hacer para esclarecer las circunstancias que rodean la muerte de su padre?

Hay que establecer un instrumento de control de la investigación. Tengo puestas esperanzas en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, por sus siglas en inglés), que tiene que elaborar un informe al respecto. Rusia es miembro de pleno derecho de esa organización. Eso debería obligar a las autoridades rusas a responder a las preguntas que se le formulen y ayudar así a la investigación, para que la Justicia rusa empiece a moverse con el objetivo de buscar al menos a los organizadores del atentado. Además, habría que mandar una señal de que en Rusia no se puede asesinar de esa forma, y espero que no tengamos más víctimas en esas circunstancias.

¿Cuáles son sus planes de futuro?

Soy periodista y seguiré trabajando en ello. Voy a dedicarme, además, a la investigación de la muerte de mi padre y a la fundación constituida con su nombre.

Si tuviera la oportunidad de entrevistar al presidente ruso Vladimir Putin, ¿qué le preguntaría?

No creo en la sinceridad de sus eventuales respuestas y no me parece demasiado interesante. Al público si le interesaría (se ríe). Todas mis preguntas serían de carácter personal, sería difícil hacerlo desde una perspectiva periodística.

Investigación parada

Boris Nemtsov murió en un atentado el 27 de febrero de 2015 a unos centenares de metros del Kremlin cuando paseaba con una amiga. Un hombre armado se bajó de un coche, le disparó y posteriormente huyó en ese vehículo. Sorprendió mucho que las autoridades rusas tardaran más de una semana en detener a los sospechosos del atentado. Resultaron ser dos ciudadanos rusos originarios de Chechenia, Anzor Kubashev y Zaur Dadaev. También fueron arrestadas tres personas más como cómplices.

La línea de la investigación señaló que Dadaev, el que efectuó los disparos, había servido en el batallón Sever (Norte) del regimiento especial de las fuerzas de Ramzan Kadírov, en el que llegó a ser subcomandante. Los investigadores intentaron hacer testificar al que fue su comandante en el batallón, Ruslan Gueremeev, pero este se negó a declarar y posteriormente huyó de Rusia, presuntamente hacia un país árabe.

Finalmente, y ante la falta de otras líneas de investigación, las autoridades consideraron que el atentado se cometió por odio religioso, en vez de por encargo como se señalaba en un principio. Así, según la versión oficial, el ataque fue una respuesta a las críticas de Nemtsov al islam tras los atentados contra “Charlie Hebdo”. Una versión poco creíble, y que recuerda a las muertes de otros disidentes rusos, como la periodista Anna Politkovskaya.P.G.