Ha nacido otra estrella
El histórico Estrella Roja de Belgrado suma su 21ª victoria consecutiva, mientras en Old Trafford encumbran a un chaval de 18 años.
Corría el año 1991 y el formato de la Copa de Europa tocaba a su fin para empezar a perfilar la actual Champions League. Un título que iba a ser el último que alzara un equipo de la antigua Europa del Este, la que surtiera al fútbol continental de tantos valores y clubes históricos. Fue el Estrella Roja de Belgrado el que derrotó en la final de Bari al Olympique de Marsella, en un conjunto con figuras de la talla de Belodedici, Savicevic, Prosinecki, Pancev o Mihajlovic.
Si el final de la Primera Guerra Mundial supuso el nacimiento del club serbio, el comienzo de las guerras yugos- lavas ese mismo año en que levantó la Copa de Europa iba a suponer el fin de su grandeza continental. Fundado en 1945 por una agrupación de jóvenes antifascistas, su nuevo himno, el ‘Srbija do Tokija’, adoptado tras la levantar la Copa Intercontinental de 1991, fue acaparado desde entonces por las fuerzas paramilitares serbias como su canto de guerra en los campos de batalla de los Balcanes.
El Estrella Roja o Crvena Zvezda lidera hoy con puño de hierro la Super Liga serbia. Este fin de semana se impuso 1-2 a su rival de siempre, el Partizán de Belgrado, al que ya saca 32 puntos, en el conocido como ‘derbi Eterno’ o Večiti Derbi. No solo los Delije (héroes) ganaron sino que con esa victoria aumentaron a 21 los partidos consecutivos saldados con triunfo, superado ya su propio récord, y a la caza de otros equipos europeos que lograron marcas históricas al alcance de pocos.
A tiro tienen al PSV Eindhoven holandés, que ganó 22 encuentros seguidos en la campaña 1987-88, bajo la batuta de un joven Guus Hiddink –hoy en el banquillo del Chelsea hasta la llegada del seleccionador italiano Antonio Conte– y jugadores de la talla de Ronald Koeman, Eric Gerets o el histórico Willy van de Kerkhof. Con 23 victorias está el Malmöe sueco, en el curso 1949-50; con 25 el Dinamo Tirana albanés en la 1951-52, los mismos que el Celtic de Martin O´Neill en la campaña 2003-04, última del sueco Henrik Larsson con los católicos; hasta los 28 se fue un viejo rival del Estrella Roja cuando Yugoslavia era un estado con siete fronteras, seis repúblicas, cinco nacionalidades, cuatro idiomas, tres religiones, dos alfabetos y un líder, el Dinamo de Zagreb croata de Luka Modric en 2006-07, con 28 partidos ganados; y por último, en la cima, el Benfica de Eusebio, entre las temporadas 1971-73, con 29 victorias, récord.
Un derbi serbio sin incidentes estridentes más allá del bengaleo habitual en la grada y el lanzamiento de un móvil a un jugador rival expulsado, y que refuerza la alternativa de un Estrella Roja que rompe la hegemonía de un Partizán que ha vendido a sus mejores mimbres y sumaba ocho títulos en las últimas nueve campañas. Ahogado por las deudas, como casi todos los clubes serbios, el Estrella Roja, otrora equipo del mariscal Josep Tito, ha resucitado de sus cenizas gracias al dinero insuflado por la gasística Gazprom y una mezcla de jóvenes y veteranos que han vuelto a casa.
El círculo rojo del Besiktas
Otro derbi se jugó más al este, Fenerbahçe-Besiktas, en el que no sabemos si los segundos enarbolaron su habitual bandera con círculo rojo en el centro, similar a la japonesa, y contra la cual ha cargado un equipo femenino turco, ya que representa la sangre de la virginidad perdida por la derrota que le infligieron al Fenerbahçe hace quince años cuando este llegaba al derbi con 24 partidos invicto. En una Turquía donde todavía se elige al marido de la hija y si es virgen mejor... Ganó el Fenerbahçe, que se pone líder y segundo se queda el Besiktas; al Galatasaray la UEFA le sancionó ayer con un año fuera de competiciones europeas por incumplir el ‘fair play’ financiero.
No era un derbi, pero sí un clasicazo de la Premier. United-Arsenal, mucho en juego, 3-2 final con gol de Ander Herrera –la última victoria de los de Londres en Old Trafford data de hace 9 años–, Louis van Gaal haciendo las delicias de las redes sociales con su conga tirado sobre la hierba, y una estrella que ha nacido, o eso vaticinan los tabloides ingleses. Louis van Gaal (64) y Arsene Wenger (66), entre ambos suman 130 años. Marcus Rashford solo tiene 18, héroe europeo días antes, héroe doméstico con su doblete a los Gunners en su estreno con los Red Devils. Canterano mancuniano, tras ser preguntado cómo iba a celebrar su inolvidable debut, respondió que... estudiando para un examen de Química.
Marcus salió del Fletcher Moss Rangers, equipo que sólo práctica las categorías inferiores. En 2014, Rashford rechazó al City y se unió a los Devils, dejando claro de quién era fan. Su doblete europeo le ha convertido en el jugador más joven de la historia del United en marcar gol en Europa, arrebatando el récord a un tal George Best. Casi nada. «Rashford ha demostrado solo un poco de lo que tiene», en palabras de todo un Balón de Oro como Michael Owen.
Tiempo al tiempo, también para todo ese rosario de canteranos que van Gaal puso en liza ante el Arsenal. «No puedes ganar nada con niños», le dijo en su día el polémico Alan Hansen al United de los Fergie Boys Scholes, Beckham, Butt o Neville, dirigidos por Alex Ferguson y mirá cómo le fue al escocés con ellos. Van Gaal acabó ante el Arsenal con Rashford, Lingard, Varela, Fosu-Mensah o un estratosférico Memphis Depay.
Isigne, atracado en su coche
El club de Manchester coge aire y saca pecho en lo financiero, pues va camino de convertirse en el primer club de la Premier en superar los 500 millones de libras de facturación en un año. Este incremento se debe en gran medida a la entrada en vigor del acuerdo con Adidas, que se convirtió en sponsor técnico del equipo en agosto de 2015.
También el Everton recibirá un impulso económico, después de que el iraní Farhad Moshiri haya adquirido el 50% del club evertonian. La fortuna del magnate fue medida por la revista ‘‘Forbes’’ el año pasado en 1,3 billones de libras. Moshiri no es nuevo en estas lides, pues a día de hoy sigue siendo, junto con Alisher Usmanov, segundo máximo accionista del Arsenal. Pese a ello, las normas del juego limpio le oligan a vender sus acciones de los ‘Cañoneros’ y lo hará al propio Usmanov, con quien comparte otras empresas.
Los Toffees de ‘Bob’ Martínez deambulan por mitad de una Premier en la que el empate del Leicester este martes dejaba el liderato a expensas de lo que hicieran anoche Tottenham y Arsenal, porque los primeros podían asaltar el liderato y los se- gundos ponerse a tres puntos, con la perspectiva de que este próximo sábado ambos se ven las caras en el derby del norte de Londres, un duelo que podría valer casi una Premier.
Tres puntos son también los que separan a Juventus y Napoli en la Serie A, donde mañana se juega un Roma-Fiorentina, ambos empatados en el tercer puesto. Los juventinos –récord de imbatibilidad de Giggi Buffon– derrotaron a un Inter que ha perdido el rumbo –peligra Roberto Mancini–, mientras los tifosi locales entonaban «Tohir, Tohir, Tohir, te han visto en ‘Piazza Doumo’ vendiendo souvenirs», en referencia al dueño indonesio de los interistas.
Los partenopeos –2 puntos de los 9 últimos– empataron en casa de la Fiore con por fin gol de Higuaín –al que su presidente le había aconsejado perder algún kilito– y el mandamás de la Federación italiana quejándose de que «basta los equipos que juegan con 11 extranjeros»; solo había un italiano en cada escuadra. Uno de ellos Insigne, al que atracaron a punta de pistola cuando circulaba por Nápoles en coche junto a su mujer. 800 euros, dos brazaletes con diamantes y un Rolex fue el botín. Los ladrones se despidieron con un «dedícame un gol el próximo partido». Como dirían por allí, abbusca a jurnat, porque un napoletani siempre sabe que hay que ganarse el día.