24 MAR. 2016 FÚTBOL Osasuna, exculpado de los manejos de sus exdirigentes La Audiencia de Nafarroa no le imputa y despeja el riesgo de sanción deportiva R.S. IRUÑEA La decisión de la Audiencia de Nafarroa de no imputar a Osasuna por los delitos achacados a sus exdirigentes (entre ellos la compra de partidos) fue recibida ayer con calma aparente pero enorme satisfacción interna por todo el osasunismo. El Tribunal Superior de Justicia de Nafarroa confirma que no hay recurso, por lo que el club no se sentará en el banquillo y en consecuencia lo lógico es que desaparezca el riesgo de sanción deportiva. Así que el fallo conocido ayer, por su importancia, bien puede equipararse al gol de Javi Flaño en Sabadell, en el descuento, que evitó el descenso a Segunda B en junio del pasado año. La instancia judicial superior confirma así la tesis del instructor, Fermín Otamendi, que considera que los delitos son imputables a los expresidentes y exdirectivos pero no al club. La presión en sentido contrario era fuerte, dado que tanto la Fiscalía como la acusación ejercida por la Liga de Fútbol Profesional recurrieron. El TSJN argumenta que la persona jurídica solo puede ser perseguida penalmente «cuando se hayan incumplido gravemente los deberes de supervisión, vigilancia y control de actividad», lo que entiende que no pasó en este caso. El presidente, Luis Sabalza, admitió a Efe que no estaba nada tranquilo: «Más que esperarlo, lo quería». Estimó que «se demuestra que Osasuna no tiene nada que ver con los amaños» y que la decisión «dará tranquilidad a todos los estamentos». Entradas agotadas La excelente noticia se suma a otras buenas de cara al partido del sábado contra el Tenerife. Por segundo encuentro consecutivo tras el del Alavés, se han agotado las entradas, aunque en esta ocasión se debe a que el club regaló una por cada carnet de socio para paliar las posibles ausencias por vacaciones. Aunque no se llene, El Sadar mostrará otra gran entrada para llevar en volandas a los suyos (18.00). Además, Competición ha anulado la amarilla mostrada a Roberto Torres en Albacete.