Unicaja remonta gracias a la «táctica del conejo»
Después de ir todo el partido por delante, los hombres de negro caían tras encajar un parcial final de 10-2.
UNICAJA 82
DOMINION B. BASKET 77
La famosa «táctica del conejo», dizque legado estratégico del llorado Manel Comas, solía estar pensada para que los equipos presupuestaria y potencialmente «pequeños» lograran competir y batir a los «grandes». La idea consistía en mantenerse siempre por detrás, pero a una distancia corta, para remontar al final, sin tiempo para reacción alguna. Pues bien, según parece, Unicaja es el equipo pequeño y Dominion Bilbao Basket el grande, porque así fue como el cuadro malagueño derrotó a los hombres de negro.
Y todo ello por un último parcial de 10-2, que cerraba un 34-19 del cuarto período. Hasta esos instantes decisivos, salvo en los momentos de presión a toda la cancha andaluza, los de Sito Alonso supieron manejar a un rival que vive en permanente estado de ansiedad y alterna eufóricos minutos con instantes de depresiva oscuridad.
Así se entiende que Bilbao Basket lograra irse 2-9 de buen inicio. Mumbrú no dejaba de atacar al poste bajo a Daní Díez, mientras que Mirza Begic volvía a demostrar que, mientras le dura el fuelle, es un pívot más que solvente.
Los vizcainos sufrían a cuenta de las pérdidas de balón –acabarían con 16, las dos últimas en plena remontada malagueña, con resultado de sendos mates de Nedovic–, sobre todo cuando el ex de Bilbao Basket Alberto Díaz entraba al parqué para dar fortaleza a la defensa de los de Joan Plaza. Solo así conseguían los malagueños ponerse por delante en fugaces momentos del segundo cuarto. Por fortuna, los de Sito Alonso tenían el punto de mira calibrado, y con un 50% de acierto en triples –2 de 14 para Unicaja–, conseguían mantenerse a flote, llegando con un 32-36 favorable al descanso.
Unicaja contraatacaba a base de forzar tiros libres, amén de los arreones protagonizados por Will Thomas, en una estrategia de guerra de trincheras, con la esperanza de acabar por desgastar a un Bilbao Basket que rehuía ese contacto todo lo que podía. Por un lado, cerraba el rebote con solvencia, mientras que en ataque Hannah y Raül López preferían tirar a intentar dividir a la defensa, tarea en la que destacó para bien Alex Ruoff, que hizo daño gracias a sus penetraciones.
La magia de Raül López
En una entrevista breve antes de arrancar el tercer período, Sito Alonso mostraba su intención de que su equipo atacara con mayor convicción el rebote ofensivo. ¿Pero por qué vas a cargar el rebote si tus jugadores meten cada vez que tiran?
Primero fue Hannah quien acertaba desde la larga distancia, aunque fue Raül López quien marcó la diferencia en este tercer asalto. Después de un año con más sombras que luces, el «mago de Vic» se destapó con un tercer cuarto casi perfecto. Anotó 11 puntos, dejando en la retina un «dos más uno» conseguido después de amagar y fintar contra todo lo que se moviera. El base guiaba escapada que llevó a la máxima renta bilbaina: 44-58, poco antes de que el choque entrara en su recta final, co 48-58 en el marcador.
Regresión a la media
Sito Alonso ordenaba dejar lanzar a Alberto Díaz. Los errores del base hallaban la solidaridad de sus compañeros. Pero cuando el malagueño clavó sus dos últimos triples, sus compañeros también lo acabaron imitando.
Típico caso de regresión a la media: conforme más lanzas, más te arrimas a tu promedio. A Bilbao Basket le pasó lo mismo, pero al revés, aunque más le pesó la apuesta por dos bases de Joan Plaza, sacando a Kenny Hayes y Nedovic, después de la eliminación de Díaz por faltas.
Bilbao Basket se mantuvo hasta el 72-75, gracias a un par de canastas de Hervelle. Pero Hayes entraba en combustión y adelantaba a Unicaja en el último minuto. Con 76-75, Bilbao Basket perdió dos balones seguidos, pérdidas que aprovechaba Nedovic para machacar a la contra. La «táctica del conejo» sonreía a Unicaja. Bilbao Basket cae a la décima posición, empatado con un balance de 12-13 con UCAM Murcia e Iberostar Tenerife.