Vida difícil

La hipérbole, las frases chocantes y los actos estrafalarios parecen ser de rigor en la actividad alpina, y como no, en la publicidad que rodea este mundo. El ocurrente californiano Michael Banks, que para pedir matrimonio a su novia (la cual respondió afirmativamente) escaló en solitario un acantilado en el islote de Morro Rock mientras por supuesto le enviaba “selfies”, no tenía muy clara la actividad y mucho menos el descenso, pues le tuvieron que sacar los cuerpos de rescate en helicóptero mientras intentaba llegar de nuevo al agua por una rampa rocosa más difícil de lo que parecía. El tema ha sido retomado humorísticamente en las páginas de montaña, pues ya se han publicado reseñas de la supuesta vía bajo los nombres de ¡Ella dijo sí! (fácil, V grado) y “La rampa de Michael Banks” (dificultad 5.3, 30m). En ambos consta como material indispensable para la escalada una cartera bien repleta de billetes, aludiendo a la abultada multa que se le ha impuesto. Y es que el lema publicitario (que tengo que confesar me mosquea bastante) de una conocida marca de pies de gato “Piensa menos, escala más” parece que se está tomando al pie de la letra. Leo titulares de artículos en revistas de la cosa: “Cómo mantener tu trabajo y familia y aún y todo escalar al límite” y “Cómo entrenar para el 9º grado y mantener tu puesto de trabajo”. Como si cada una de las dos cosas por separado no resultara ya difícil.