A veces, los sueños se cumplen
Leicester o Rostov desafían el quinto Scudetto consecutivo de la Juventus o el del casi seguro cuarto del Bayern esta jornada.
El modesto Rostov en el que milita el español César Navas sigue empeñado en ser una de las agradables sorpresas del fútbol europeo y le hizo esta jornada un autoritario 3-0 al Zenit de San Petersburgo de André Villas-Boas y el brasileño Hulk, lo que le mantiene al frente de un liderato en dura pugna ya solo con el poderoso CSKA de Moscú –a un punto–, en una Premier rusa a falta de cinco jornadas en la que es antepenúltimo el otrora paraíso millonario Anzhi de Samuel Eto´o y compañía. Lo curioso es que puede levantar el título al tiempo que ser declarado en bancarrota por impagos, entre ellos a jugadores. Otro cuento de hadas más como el que protagoniza otro desconocido club de esa Europa del este en otros tiempos tan competitiva. Hablamos de una ciudad que hasta hace cuatro años no tenía equipo de fútbol, hablamos de Giurgiu, hablamos del Astra, líder y virtual campeón de la devaluada liga rumana para envidia del Steaua de Bucarest.
Hablamos del dinero y autoridad de uno de los ‘capos’ del balompié del país de los Cárpatos, Ioan Niculae, metido en mil fregados con la justicia, y que un día tomó las riendas de este club de la ciudad petrolera de Ploesti, y años más tarde, en 2012, decidió llevárselo a 130 kilómetros de allí, a orillas del río Danubio, a Giurgiu, cerca de la frontera con Bulgaria, que no tenía ni equipo. Considerado el hombre más adinerado de Rumanía, invirtió y para desgracia del Steaua tiene la liga en el bolsillo, más allá de que sean apenas 5.000 los espectadores que acuden a su estadio.
Otro que soñó, pero sólo sueña, es un club fundado por dos hermanos que paseaban por el hoy barrio berlinés de Rosenthal. En sus cabezas rondaba la creación de un equipo de fútbol al que finalmente llamaron Hertha por el nombre de un vapor que surcaba el río Havel, afluente del Elba, y al que dieron los colores amarillo, azul y blanco que manaban de la chimenea de aquella embarcación. Era 1892, nacía el BF Hertha 92, que jugaría sus primeros partidos en la Molkenmarkt, la plaza más vieja de la ciudad, y hoy lo hace en el imponente Estadio Olímpico de Berlín, concebido en su día para mayor gloria del nazismo con ocasión de los Juegos Olímpicos de 1936.
Un escenario que dirimirá el campeón de la Copa alemana el 21 de mayo entre Bayern y Dortmund, pero que antes, esta última jornada, vio cómo los locales, cuartos en la Bundesliga, no podían con el líder bávaro al que solo la también victoria del Borussia, 0-3 en casa del Sttutgart –apunten el nombre del borusser Pulisic, 17 añitos–, les privaba de levantar una nueva ensaladera. Deberán esperar y ganar este sábado, en el Allianz Arena, al otro Borussia, el de Mönchengladbach, donde los ‘potros’ se juegan entrar en Champions a costa del Hertha, a falta de tres jornadas.
Douglas Costa, jugadorazo
Los de Pep Guardiola sentenciaron 0-2, con otro zurdazo más y actuación descomunal de una de las sorpresas agradables de la liga alemana, el lateral brasileño Douglas Costa. Fanático de Ronaldinho, hace siete años Alex Ferguson se lo quiso llevar al United como sustituto de Cristiano Ronaldo, pero del Gremio de Porto Alegre recaló por 6 millones de euros en ese trampolín europeo que es el Shakhtar Donestk. «He aprendido más en cinco meses en el Bayern que en cinco años allí», reconocía no hace mucho, a donde llegó de la mano de Guardiola por 30 millones de euros... barato visto lo visto. Apenas 1,71 de estatura, unos 64 kilos, en el Gremio llegó a ser sometido a un tratamiento para su fortalecimiento, pero su rapidez y cambios de dirección hoy son brutales.
Pocos dudan de que será elegido como mejor jugador de la temporada en Alemania, donde dice sentirse muy feliz, a pesar de que su lujosa boda vía Youtube en 2014 no tuviera un final igual y acabara en divorcio un año después. Hoy, en su mansión de Munich vive con su veinteañera hermana, cuida mucho su aspecto, su piel, pelo rapado, comparte su vida privada en la web, fanático del músico brasileño Wesley Motta, íntimo amigo de su compañero de equipo el chileno Arturo Vidal y recordado por los aficionados de la Real Sociedad por aquel golazo que marcó a los donostiarras en 2013 cuando el balón iba tan fuerte que la red de la portería lo devolvió hasta casi el punto de penalti.
Los de Bavaria acarician su cuarto título consecutivo, algo histórico en la competición y su futuro técnico, Carletto Ancelotti, ya planea la próxima temporada con el que se da casi por seguro fichaje del renombrado central Mats Hummels, capitán del Dortmund, siguiendo el mismo camino de ida que Lewandowski y Götze, en esa política del Bayern de reforzarse a costa de su máximos rivales. El Dortmund pide 70 millones, el Bayern ofrece 30, pero teniendo en cuenta que su contrato expira en 2017 y se iría libre...
Totti ¿se queda?
El que parece se queda es Francesco Totti después de que Il capitano haya ganado enteros con sus últimas actuaciones y goles, y su Roma derrotara 1-0 en el minuto 89 al Napoli este lunes no solo pugnando con esa segunda plaza con los partenopeos sino dando de paso un nuevo Scudetto, el quinto consecutivo, a una Juventus que venía de hacer sus deberes en Florencia. La Vecchia Signora manda en la bota italiana y nadie discute su trono. Bueno, casi nadie, porque Diego Armando Maradona, ‘napoletano’ de adopción, ha replicado que la Juve «ha merecido el título pero ha ganado con mucha suerte. Tienen como jugadores a árbitros y la Federación. Cualquier problema en el campo, siempre tiene razón el jugador de la Juventus».
Exabruptos al margen, los bianconeri ganan firmando una remontada espectacular tras conseguir solo 10 puntos en las primeras 12 jornadas y a partir de ahí ganarlo todo, excepto un empate ante el Bolonia. Brutal. Todo comenzó en el descuento en el derbi ante el Torino en octubre. En el minuto 95, la Juventus marcó y ganó a la salida de un córner. Todo era ya posible, se dijeron en el vestuario. Hasta que el domingo, ante la Fiorentina, Gigi Buffon detuvo un penalti, su equipo ganó y el título se les puso en bandeja a falta de tres jornadas, justo en el aniversario de la liberación de Turín del fascismo.
Tres semanas en que sabremos si el Milan –el último equipo en ganar la liga antes de la Juventus, precisamente con el juventino Massimiliano Allegri en el banquillo–, tras perder de manera bochornosa en casa del colista, es capaz de meterse en Europa League junto a Inter y Fiorentina, o se verá sobrepasado por el sorprendente Sassuolo, a un punto. Solo su portero Donnarumma parece capaz de evitar el desastre... y tiene 17 años. ¡Ay don Silvio...!
Otra promesa con descomunal futuro es el spur Delle Alli, nombrado mejor jugador joven de la Premier, aunque su Tottenham haya dicho prácticamente adiós al sueño de la Premier tras empatar en casa contra pronóstico. De ese tropiezo se ha aprovechado, quién si no, el Leicester del nombrado mejor futbolista de la Premier, el argelino Riyad Mahrez, que goleó en casa y se juega su sueño nada menos que en Old Trafford. Una victoria ante el United propiciará la mayor sorpresa del fútbol europeo desde hace mucho tiempo.
Un equipo campeón dos años después de su ascenso, una proeza solo igualada por el Leeds United de un joven Eric Cantona en la 1991-92. Fue, además, el último título de un mister inglés, Howard Wilkinson. Fue, como la resumió un periodista, «la liga que nadie parecía querer». Cuentan que el mítico Brian Clough visitaba con su Derby al Leeds, cuando mandó bajar a sus jugadores y llegar a Elland Road a pie entre los fans rivales, todo para asegurarse de que los suyos no se iban a dejar intimidar por el ambiente hostil. Veremos cómo Claudio Ranieri abstrae a sus ‘zorros’ en el ‘Teatro de los Sueños’, donde dice, estos, se hacen realidad.