29 ABR. 2016 El obispo Alliet, en entredicho por su actuación en el caso de pederastia El obispo de Baiona, Marc Alliet, conocía el acto de pederastia por el que ha sido denunciado el cura Jean-François Sarramagnan, pero no lo denunció en su tiempo, según reconoció ayer ante la prensa en la capital labortana. Dijo que, tras terapia, le dio un puesto en Educación, siempre acompañado de un adulto para que no se repitiesen los hechos. Idoia ERASO BAIONA Un comunicado del obispo de Baiona, Marc Alliet, dio a conocer el miércoles que el cura Jean-François Sarramagnan había sido suspendido después de que se presentara una denuncia contra él por un caso de pederastia. Aillet afirmó también que estaba al tanto de los hechos, pero que no creyó oportuno denunciarlo ante la Justicia y que tomó medidas para que los hechos no volvieran a repetirse. A principios de la década de los 90 el sacerdote Sarramagnan confesó a su hermano y a su cuñada haber «roto el voto de castidad» con su hijo, que en aquel momento tenía 11 años. Tras la confesión, trató de quitarse la vida. También puso en conocimiento de los hechos al obispo de Baiona en la época, Pierre Molères, y más tarde, en 2009, a Marc Aillet. Según la información divulgada en el comunicado, en 2007 se produjo otro acto de pederastia contra una joven en el que estaba implicado el cura denunciado y este trató una vez más de quitarse la vida. Fue entonces cuando se sometió a dos años de terapia. La madre de la primera víctima denunció los hechos en setiembre de 2015 en Clermont-Ferrand, donde reside la familia actualmente, pero el obispo Alliet no tuvo conocimiento de ello hasta el pasado 13 de abril, dos días antes de presentar él mismo la denuncia en Baiona. Las medidas del obispo Finalizada la terapia, Alliet decidió que la mejor opción era volver a darle un puesto en el sistema de educación católica, pero que, para evitar que los actos volviesen a repetirse, adoptó varias medidas, como no darle una parroquia y que tan solo formase a adultos. También se le «invitó» a no quedarse solo con menores y a estar siempre acompañado de un adulto. En ese puesto, Sarramagnan se relacionaba regularmente con menores, incluso en salidas de varios días. En declaraciones a la publicación ‘‘Mediapart’’, el cura denunciado indicó que participó en clases de colegios católicos, siempre acompañado. A preguntas sobre si se arrepentía de las decisiones tomadas, el obispo Alliet afirmó tajante que no. «No digo que sea la mejor opción». Las decisiones y opiniones de Aillet han generado en los últimos meses una gran polémica, que le acompaña desde que está al frente de la diócesis. Sobre el cura denunciado, indicó que la denuncia la hizo con conocimiento y que «está verdaderamente preparado para hacer frente a la Justicia». Añadió que el sacerdote opina que es la salida más «honesta» tanto para la víctima como para él. El acusado, en prensa rodeado de niños y jóvenes Jean François Sarramagnan no tenía responsabilidades ligadas a menores de edad, según explicó ayer el obispo Alliet, pero la falta de responsabilidades no evitó el contacto constante con ellos durante actos festivos y pedagógicos organizados por la educación católica de la que formaba parte. Incluso participó en excursiones de varios días, como la salida a Madrid en 2011 para asistir a las Jornadas Mundiales de la Juventud. Algunos actos tuvieron reflejo en medios de comunicación, en los que el sacerdote aparecía en los relatos y las fotos rodeado de jóvenes y niños. En Radio Lapurdi, perteneciente a la Iglesia, incluso fue entrevistado en 2014 sobre una peregrinación a Lurdes de alumnos de los institutos Rameau de Bétharram e Igon. En la página web de la emisora, en la presentación del programa del 23 al 29 de abril de este año, en la sección de «Info jóvenes», el primer nombre que aparece es el del cura denunciado como capellán de la Enseñanza Católica. I. E.