Podemos e Izquierda Unida concurrirán juntos a las elecciones del 26 de junio. Tras semanas de negociaciones, la formación que lidera Pablo Iglesias y la que encabeza Alberto Garzón llegaron ayer a un preacuerdo que tendrá que ser refrendado por sus bases, pero que da por hecho que habrá una única papeleta. Tras anunciarlo a través de Internet dándose un simbólico abrazo en la puerta del Sol (el domingo se cumplen 5 años del 15M), ambos líderes comparecieron en un teatro de Madrid arropados por decenas de seguidores. Su mensaje es claro: no hablar sobre el «sorpasso» al PSOE y centrarse en polarizar con el PP. «No es un enemigo, sino un aliado», dijo Iglesias en referencia al partido que lidera Pedro Sánchez.

No se sabe todavía cuál será el nombre de la coalición, que se ha establecido de modo que cada uno de los partidos tenga autonomía propia. Esto es, lo más probable es que Podemos desarrolle su campaña, IU la suya y coincidan en actos concretos, al margen de las confluencias en Catalunya y Galiza, donde ya estaban juntos, así como la de País Valencià. Por el momento, lo que se ha avanzado es que las formaciones participarán con sus correspondientes siglas. Además, tienden la mano a otros grupos de ámbito «territorial» de donde solo queda descartada la alianza por el cambio en Nafarroa, que ya fue rechazada por Podemos.

«Este es un acuerdo por la gente y las mayorías sociales», argumentó Iglesias. En la misma línea, Garzón insistió en que se trata de un pacto «de defensa de las clases populares». No se conoce todavía el contenido del programa, pero será público en las próximas horas, ya que tanto el partido morado como la coalición de izquierdas tienen pendientes consultas internas para validar el acuerdo.

Había dos elementos clave en las discusiones entre Pablo Echenique y Adolfo Barreda, secretarios de Organización de Podemos e IU, respectivamente. Uno tiene que ver con el dinero que llega a ambas formaciones. El segundo, también clave, son los puestos de salida. Sobre este último, los partidos han tomado como base los resultados del 20D y se confeccionarán las listas con una proporción de uno a seis. Podemos obtuvo más de cinco millones de votos e IU cerca de un millón. Todavía queda pendiente saber en qué lugar concurrirá Garzón. En términos de resultados, el objetivo no confesado es adelantar al PSOE. Si se contabilizara lo obtenido el 20D, el objetivo en votos se cumpliría, aunque no en escaños. Sin embargo, la matemática electoral no es una ciencia exacta y todavía está por ver cómo reacciona el electorado al pacto.

Entre hoy y mañana se celebran consultas en ambas formaciones y el jueves se refrendará el pacto. A partir de entonces se detallarán las candidaturas. «El gobierno progresista está más cerca», proclamó Iglesias. «La gente nos dice que nos unamos, que echemos al PP», insistió Garzón. El acuerdo que no hubo hace cuatro meses se convierte en la principal novedad de la repetición de elecciones con un reto, según el líder de IU: «no hablar de estos meses sino de lo ocurrido en los últimos años».