22 MAY. 2016 GIRO Una reina con dinamita Chaves gana la etapa, Kruijswuijk se viste de rosa, Nibali sufre y el equipo Movistar cae en pleno en una jornada espectacular. Amaia U. LASAGABASTER Más de 200 kilómetros, un desnivel acumulado de 5.400 metros, seis puertos, cuatro de ellos por encima de los 2.000 metros... Los Dolomitas pusieron todos sus encantos a disposición de la etapa reina del Giro y la jornada estuvo a la altura. Casi de forma inesperada, teniendo en cuenta cómo funciona el ciclismo en los últimos años, incluso –o precisamente más entonces– cuando más posibilidades ofrece el recorrido. Valientes en busca de un triunfo épico que solo a veces llega y lucha por la general atascada por el equipo más fuerte, sin apenas ataques ni emoción. La carrera italiana se saltó ayer la norma, gracias a un buen puñado de corredores que tomó la salida con dinamita en el bolsillo. El mayor beneficiado, y también uno de los responsables directos del espectáculo, fue Steven Kruijswijk, nueva magglia rosa y candidato al triunfo. Con permiso de Nibali. Porque el italiano fue uno de los que se dejó tiempo, y puede que un poquito de confianza, en meta. Pero el rendimiento del líder –a sus 28 años nunca ha sido un ganador, pero sí «top ten» en dos ocasiones, 15º en el Tour de 2014 y acabó séptimo el año pasado en Milan tras haber perdido ocho minutos en las primeras jornadas y mostrarse después tan fuerte como Landa en montaña– dirán si los 37” que cedió el «Tiburón» con Kruijswijk, teniendo en cuenta su experiencia, calidad y el equipo que le acompaña, son un peaje asumible por los casi dos y medio que le metió a Alejandro Valverde. El murciano, Movistar en conjunto, fue el gran perdedor de una jornada que comenzó con el rosa en la espalda de Amador, el liderato de la clasificación por equipos, siempre tan de su gusto, y la esperanza de que Valverde llegara bien colocado –cuando no líder y con su primera etapa en el bolsillo– a una cronoescalada en la que debería brillar. Pero tras el etapón con final en Corvara, Valverde y Amador miran al podio desde fuera –aunque no tanto como para descartarlos definitivamente– y Astana pasa a ser el mejor equipo de este Giro. Una carrera que ayer disfrutó con una etapa memorable. Los corredores de segunda fila cumplieron con su parte, organizando una nutrida escapada –en la que se metió David López–, cuyos últimos supervivientes estuvieron muy cerquita del vencedor. Y los candidatos a triunfo y podio también. Después de que Movistar controlara la primera parte de la jornada, y mientras por delante Rubén Plaza, Siutsou o Atapuma se alternaban en cabeza de carrera, Astana metió ritmo en la durísima ascensión a Giau, donde gomeó Mikel Nieve y se descolgó Amador de un grupo que apenas alcanzaba la decena en el alto. Conectó el líder en el descenso pero en Valparola, con poco más de veinte kilómetros por delante, se acabó su carrera. Y la de Valverde, incapaz de seguir el ataque de Nibali, al que apenas aguantaron Kruijswijk y Chaves, y que se vestía de caballo ganador. Hasta que el corredor de Lotto echó mano de su dinamita, para reventar también al gran favorito. Se quedó Nibali mientras se alejaban el holandés y el italiano en busca de Atapuma, cabeza de carrera, y el último superviviente de la fuga Preidler, para anular a los dos y repartirse etapa y liderato. Por detrás, una carrera reventada que deja una última semana repleta de incógnitas y emoción. «Queda mucha carrera», asegura Valverde «Ha sido un día duro», resumió Alejandro Valverde, que confesó haberlo pasado especialmente mal por la altura. El murciano, gran derrotado de la jornada junto a Movistar, aseguró que, pese a todo, «nos hemos defendido lo mejor que hemos podido» y, con solo tres minutos perdidos, no quiere descartar nada. «Queda mucha carrera. Aunque es complicado, el Giro da muchas vueltas», recordó Valverde. Andrey Amador explicó, por su parte, que arrastra «gripe» desde hace un par de días. El vencedor Esteban Chaves aseguró haber cumplido «un sueño» y se mostró ilusionado aunque «con los pies en el suelo». GARA ADIÓS Ryder Hesjedal, vencedor hace cuatro años y muy cerca de los favoritos en la general, se bajó de la bicicleta. También Arnaud Dèmare, uno de los principales candidatos al maillot rojo. CRONOESCALADA El pelotón afronta hoy un esfuerzo más corto que el de ayer pero bien intenso. La cronoescalada a Alpe di Siusi, 10’8 kilómetros de recorrido, con una pendiente media del 8’3%.