Pablo Ruiz de Aretxabaleta
Periodista
IKUSMIRA

Clases repletas en el nuevo curso

No llegué a tener que estudiar la lista de los reyes godos, pero recuerdo un comienzo de curso escolar con más de 40 alumnos en el aula, sin pupitres para todos y con algunos, sentados en el suelo, sosteniendo los libros como podían, en un aula presidida por el crucifijo y el retrato de un señor campechano.

Algo ha cambiado el sistema educativo desde entonces, sin bien aún tiene pendientes no pocas asignaturas. Pero antes de que pueda hacer recuperarlas, se anuncia una vuelta a los tiempos de la memorización y de las «marías» que no merecía la pena ni estudiar. Las nuevas-viejas propuestas ya empiezan a prescindir de la Filosofía o de materias humanísticas y, en definitiva, las que no valen para el mercado.

Con la excusa de que la educación debe adaptarse a las demandas de las empresas, para no aumentar las legiones de parados, se elimina lo que pueda relacionarse con creatividad o pensamiento crítico. Y de paso, se cuela la religión (¿alguna vez se fue?), aunque sea con un barniz modernizado para seguir imponiendo el adoctrinamiento católico.

La última vuelta de tuerca ha sido la sentencia del Tribunal Constitucional que en Araba. Bizkaia y Gipuzkoa, a aumentar las horas lectivas, elimina sustituciones del profesorado y aumenta los ratios hasta los 30 alumnos por grupo. Otro cambio para ir acercándonos a la imagen de la clase repleta que irá vaciándose según decida el mercado.

Por cierto, sin necesidad de la demanda de ninguna empresa, acabé estudiando la historia de los godos en España, de Alarico a Rodrigo.