Europa, a merced de la OTAN
La llamada Acta Fundacional firmada por Clinton, Yeltsin y Solana estableció los principios para las relaciones entre la OTAN y Rusia ahora hace ya 19 años. Recogía el compromiso de eliminar los vestigios de la época de rivalidad y fortalecer la confianza mutua y la cooperación. Entonces la OTAN contaba con 16 países miembros
En franca contradicción con lo firmado, dos años más tarde la OTAN bombardeaba Yugosla via y aceptaba a tres nuevos miembros. En 2004 admitía a 7 países más y en 2009 otros dos más, completaban los actuales 28.
A la expansión política siguió la expansión militar que comenzó con la colocación de sendas baterías antimisiles en Polonia y Rumania. Este mes ha decidido desplegar 4 batallones en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania. Entre ambos sucesos la crisis de Ucrania por todos conocida.
Entonces Solana, ahora Stoltenberg, siempre socialde mócratas al frente de la organización cuando se trata de alimentar la confrontación.
El esfuerzo ha dado sus frutos y hoy nadie duda que Rusia es el enemigo. Tanto que a los burócratas de Bruselas no se les ha ocurrido otra cosa para a animar a los votantes de Gran Bretaña para que voten a favor de la permanencia que emitir un reportaje en “Euronews” cuyo principal mensaje es que Putin –aunque no se ha pronunciado al respecto–, en su fuero interno, prefiere que gane el Brexit para así debilitar a Europa.
Pobre argumento de una Europa sin rumbo. La única identidad en la que parece reconocerse descansa en los brazos de la OTAN.