El PNV se presenta como buen gestor ante PSE, EH Bildu y la opción Podemos
Tres carpas en la calle y tres actos bajo la lluvia echaron el telón a la campaña electoral en Euskal Herria. El PNV la cerró en Bilbo, EH Bildu en Donostia y Podemos en Santurtzi. Las apelaciones a la utilidad del voto fueron la constante en los tres casos.
La capacidad para llegar a acuerdos y la experiencia en la gestión fueron los aspectos destacados por el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con el fin de pedir el voto a su formación en el último acto de campaña. En esta ocasión la asistencia fue sensiblemente menor al evitarse el recinto de La Casilla –habitual en estos cierres jelkides– y sacarse el acto a la calle, a la Plaza del Arriaga bilbaina.
Ortuzar intervino junto al lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, y los tres cabezas de lista al Congreso en esta parte del país: Aitor Esteban (Bizkaia), Mikel Legarda (Araba) y Joseba Agirretxea (Gipuzkoa). Tras poner en una pantalla algunas frases graciosas de los candidatos en esta campaña, el mandatario del EBB hizo hincapié en la capacidad de gestión del PNV y la contrapuso con el Gobierno de Lakua de «Pili y Mili» (en alusión al pacto PSE-PP que dirigió Patxi López); también con la Diputación de Gipuzkoa de Bildu, «que fue una máquina de hacer problemas»; y finalmente con la posibilidad de que Podemos alcance el poder, «porque puede ser el nuevo Bildu. No necesitamos cuatro años de desgobierno para saber que no tienen proyecto. A ver si en lugar de ponernos morados nos van a llenar de moratones».
Por su parte, Urkullu defendió una «re-evolución» en el Estado español, que concretó en un «Plan 3-R» consistente «reactivación económica, regeneración democrática y refundación del Estado plurinacional».
El mandatario de Ajuria Enea sostuvo que apoyar al PNV es el voto «útil y decisivo» si se desea que «Euskadi sea una nación que quiere seguir creciendo. Y para crecer hay que trabajar aquí, en Madrid y en Bruselas; hay que llevar la ikurriña aquí, en Madrid y en Bruselas».
Tras la promesa incumplida de un nuevo estatus en esta legislatura de la CAV que ya toca a su fin, Urkullu insistió en que el PNV «es decisivo para ganar un nuevo estatuto para Euskadi» y argumentó lo mismo para lograr «la estabilidad y el buen gobierno», para fomentar el empleo, para alcanzar la paz y la convivencia y para garantizar «las joyas del autogobierno: educación, sanidad y protección social».
Aitor Esteban, principal candidato en Bizkaia, apeló a quienes les votan en las autonómicas y no en las estatales. También Urkullu les hizo ver que «estas son también elecciones vascas».
En la línea de quienes le sucedieron después en el uso de la palabra, Aitor Esteban saludó que «confiáis en el PNV para gestionar y llevar a buen puerto las instituciones vascas, pues confiad al PNV también la defensa de nuestro autogobierno en Madrid, porque si no estamos nosotros, los intereses de la ciudadanía vasca no estarán presentes».