08 JUL. 2016 IKUSMIRA Gestores de vergüenza en el Bellas Artes Agustín Goikoetxea Periodista Un mes llevan en Bilbo con su prestigioso Museo de Bellas Artes cerrado a cal y canto. La razón, la huelga indefinida que mantienen sus auxiliares de sala, educadores, personal de taquilla, tienda y recepción por un empleo digno. Con sueldos de 880 euros por jornada completa, dijeron que no podían soportar más y optaron por declararse en huelga desde el 7 de junio. Un mes en el que sus reivindicaciones se han oído y también las tímidas excusas de los responsables de la centenaria pinacoteca, que tratan de escurrir el bulto diciendo que son personal de la empresa de servicios Manpower Group Solutions, ocultando la precariedad laboral que sufren y que ellos han permitido. Son la cara visible del museo, las personas que cuidan valiosas piezas artísticas, las que realizan las visitas guiadas o que solventan las dudas de los visitantes pero que dijeron que con sueldos de cinco euros la hora de lunes a domingo no iban a poder aguantar mucho más. Al Patronato del Bellas Artes parece que no le importaba, como tampoco que el museo continúe cerrado a pesar de la nefasta imagen que ello supone para la institución y para una ciudad que se promociona a golpe de talonario en el mundo con el Guggenheim como atractivo. Un mes que algunos han bautizado como de la vergüenza, aunque lo que avergüenza es la actitud de los responsables del Consistorio bilbaíno, Diputación vizcaína y Ejecutivo de Lakua, a los que no les importa contonearse ante las cámaras en la inauguración de las exposiciones pero no son capaces de resolver el conflicto laboral.