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Aviones pagados


Foronda es un tema recurrente en los debates de las Juntas Generales. Es un arma arrojadiza cargada de provincialismo que golpea con cierta regularidad a PNV y PP. A los primeros por haber mirado hacia otro lado mientras Lakua impulsaba el desarrollo de Loiu en prejuicio del aeropuerto gasteiztarra, y a los segundos por no haber intervenido cuando Aena decidió acabar con el horario 24 horas (H24). La decisión de Madrid fue un duro golpe para Foronda, que no opera líneas regulares de pasajeros desde enero de 2013, cuando Helitt suprimió el enlace con Barcelona.

Desde entonces, las instituciones se han afanado en buscar una solución para recuperar el H24, financiando costosas operaciones con dinero público. Basta recordar el famoso vuelo que conectó Gasteiz con Nueva York en 2014. La sociedad de promoción de Foronda VIA –integrada por el Ayuntamiento, la Diputación, el Gobierno autonómico y la Cámara de Comercio– perdió 200.000 euros en esta operación, 1.000 euros por cada pasajero.

Y parece que algunos nunca aprenden de sus errores, porque ahora se ha sabido que puede regresar Ryanair a Foronda. La compañía low cost es una vieja conocida. Operó entre 2006 y 2007 desde Gasteiz. Puso dos vuelos a Londrés y Dublín y cobró más de un millón de euros en subvenciones. Cuando le cortaron el grifo se marchó en busca de otra administración dispuesta a pagar. Vista la experiencia, sería mejor que las instituciones comenzaran a pensar en un plan alternativo para Foronda, que los hay –basta con leer Hegaraba–, en lugar de pagar a compañías que solo quieren chupar del bote.