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IKUSMIRA

¿Fútbol o teatro; jugadores o marionetas?


Tengo que reconocer, y juro que me duele en el alma decirlo, que el fútbol me produce cada día más repugnancia. No precisamente el deporte en sí, que lo admiro e incluso me crea añoranza de mis mejores momentos tocando el balón, sino por el tufillo que está cogiendo este mundillo en los últimos tiempos, convirtiéndose cada vez más en un circo o teatro en el que la mayoría de los jugadores son utilizados como meras marionetas.

Unos de los culpables de esta circunstancia son las televisiones, que se han hecho con el poder del fútbol con el beneplácito de la Liga y de su presidente Javier Tebas, recientemente nombrada «persona non grata» por los socios de Osasuna. Por algo será.

Además, este circo futbolístico estatal, en el que el dinero se derrocha a la ligera, cada vez pretende parecerse más a Hollywood, con esa Gala de LaLiga y su alfombra roja que se han sacado de la chistera para premiar de manera individual a los mejores jugadores de la temporada anterior.

Claro está que los patrocinadores, con pasta de por medio, también juegan su papel en todo esto. Que se lo digan a esa empresa eléctrica, nombrada “Bilbaino Ilustre” por el Ayuntamiento bilbaino y que a finales de 2015 fue sancionada por «manipular precios», que utilizó para autopublicitarse a la máxima goleadora de la pasada temporada, Jennifer Hermoso (FC Barcelona) –mediante un vídeo, por estar ausente en la gala–.

Hacía años que el fútbol femenino necesitaba este empujón, pero está fuera de lugar utilizar a los futbolistas para darse más publicidad. Eso también es manipulación.