Nadie duda de que hay otras sensibilidades, ¿por qué cree que no concurren?

Habría que preguntar a las personas que no se han presentado por qué. Lo que puedo hacer son elucubraciones. Partiendo de ese hecho, creo que puede haber dos factores. El primero, que es el que me parece más factible, es que quizá no sea un momento fácil para asumir un reto de estas características. Hemos tenido años complicados a nivel financiero y eso puede condicionar. Otra cuestión, no sé si secundaria, es que quizá nuestra candidatura es integradora. Trata de ser plural y ha podido ser que gente se haya podido ver reflejada en ella.

Como candidata única, ¿qué le preocupa más la abstención o el voto en blanco?

Me preocupa muchísimo el voto en blanco. Formé parte de la candidatura de Juan Ignacio Pérez cuando él fue como único candidato y sé lo que es perder. Además, hay veces que la gente mezcla la abstención con el voto en blanco y piensa que se va a abstener votando en blanco. Tenemos que intentar motivar a la gente para que nuestro proyecto ilusione.

Una de sus primeras tareas si logra ser rectora será negociar un nuevo plan universitario. ¿Sobre qué premisas?

Priorizaría la estabilidad en la financiación. Hemos tenido dos planes universitarios previos, por parte de la voluntad de dos gobiernos, pero después la coyuntura económica ha impedido que se hayan desarrollado. Cuando firmemos un nuevo plan y nos planificamos con esas expectativas, lo que pediría es estabilidad.

Se proponen disponer de una Ley del Sistema Universitario Vasco. ¿Será posible?

Tengo esperanza. Hace doce años cuando se desarrolló la ley vigente, quiero reconocer que hubo un trabajo importante y estimo que, seguro, era imposible avanzar más. Ha llegado el momento de que tengamos una ley más propia. Y si no podemos tener una nueva, por lo menos una importante reformulación de la actual, sobre todo para que nos dé una flexibilidad en la forma de manejar nuestra financiación, que nos permita contratar con más flexibilidad, disponer de recursos a través de mecenazgo y donaciones, y también con cierta flexibilidad.

¿Esa ley de quién depende más, de que una mayoría parlamentaria la considere prioritaria, o de que Rajoy la pueda recurrir?

Vamos a centrar nuestras fuerzas en convencer al marco parlamentario de las bondades que tiene esta ley para que su universidad pueda avanzar. He visto que la mayoría de los partidos la ha llevado en su programa electoral, muchos de forma explícita y en otros más velada. He creído entender que una modificación es algo que se puede consensuar. El tiempo lo dirá. Una vez que aquí se consensúe si después no se consigue en el Estado, que está conculcando competencias autonómicas una y otra vez, es otra cuestión. Espero por lo menos un amplio consenso aquí.

Muchos de los retos, como la renovación y consolidación de la plantilla, se enfrentan a las políticas del Gobierno español.

Venimos de unos tiempos muy duros. Hemos tenido dos años con una tasa de reposición del 10%. Es un recorte muy importante, de cada diez que se nos han jubilado hemos podido contratar a una persona, subimos después a una tasa del 50%, y ahora acabamos de llegar a la del 100%. Espero que nos permita ir recuperando poco a poco todo lo que hemos perdido. Lo ideal es que no tengamos tasa de reposición y dispongamos de autonomía y flexibilidad para poder contratar.

¿Cuánto personal haría falta?

Estamos planteando en el caso del Personal de Administración y Servicios (PAS) incrementar la plantilla en un 10%, sobre todo en personas que apoyen tanto a la docencia como la gestión, en técnicos de laboratorio, informáticos... Tenemos un ratio PAS/PDI que es el peor del Estado. En cuanto a Personal Docente Investigador (PDI), no le puedo hablar de un porcentaje, porque las necesidades son distintas en función de las titulaciones. Hay titulaciones que todavía están sin euskaldunizar del todo, y eso es una apuesta de este equipo, en el ámbito de las Ciencias de la Salud y en las ingenierías, y es ahí donde tendremos que hacer ese esfuerzo.

En época de recortes, ¿cómo se puede mejorar?

Si vamos a pasar un año o dos de coyuntura económica no tan buena, si realmente empezamos a salir de la crisis, espero que el siguiente plan universitario nos dé un paraguas suficiente para poder avanzar. Si avanza la universidad progresa el país. Pediría al Gobierno que invierta más en relación al PIB y por lo tanto, se marque objetivos de estabilidad a medio y corto plazo.

¿Cómo ve la actitud del Ejecutivo autonómico?

Puede haber un entendimiento bueno. Han confiado en nosotros, pido más confianza. Tengo esperanza.

En sus objetivos, proponen mejorar y crear titulaciones con la participación de agentes sociales y alumnado. ¿De qué modo?

A parte de las titulaciones, queremos potenciar distintos ámbitos en cada uno de los campus. La ingeniería en automoción en Araba, por que hay un tejido productivo muy potente. En Gipuzkoa nos gustaría fomentar la robótica y en Bizkaia creemos que hay necesidad en el campo de la ingeniería biomédica. Nos interesa que esta universidad se perciba como lo que es, una universidad al servicio de la sociedad, y por eso la formación continua la queremos potenciar muchísimo. No solo promocionar, hay que reorganizarla. No sabemos si estamos respondiendo adecuadamente a las necesidades de la sociedad vasca.

¿Estas nuevas ofertas tienen que ver con la competencia de las universidades privadas? ¿Se están quedando atrás?

No lo creo, de hecho en el ámbito de la Ingeniería, hemos sido los primeros que hemos puesto en marcha ciertas ingenierías. Otra cuestión es que tengamos una capacidad de reacción menor debido a nuestra dimensión. No creo que nos hayamos quedado atrás. Estamos respondiendo a las necesidades de la sociedad pero hay que moverse y tenemos una oferta de posgrado muy dinámica y ahí nos podemos mover con bastante más rapidez que en el grado.

Proponen que la Udako Euskal Unibertsitatea (UEU) se convierta en un centro adscrito.

Queremos euskaldunizar nuestra universidad y, en ese sentido, hemos mantenido una estrecha colaboración con la UEU. Yo, personalmente, he tratado de fomentar la euskaldunización de los posgrados y tenemos cinco títulos propios compartidos que están funcionando. Desde la UEU, se nos propuso hacer un centro adscrito. A mí me pareció una idea estupenda porque además comenzaremos a trabajar con el Máster de Secundaria, que tiene una demanda terrible y no puede responder. Cada año tenemos cerca de 1.100 solicitudes y 240 plazas que he ido incrementado a las 265 y llegaremos hasta las 300; no tenemos más personal. Con la UEU podríamos empezar con 160 plazas adicionales one line y en euskara con una red de prácticas muy importante.

Se plantean generar una cultura emprendedora e impulsar la inserción laboral, ¿cómo?

A través de iniciativas como las junior empresas y seguiremos apoyando proyectos similares. En el ámbito de la empleabilidad, queremos promocionar la formación dual, o en alternancia, con el grado de Ingeniería en Automoción, el ADE en Gipuzkoa y en Educación se puede impulsar este tipo de formación. Queremos promover las prácticas altamente cualificadas. Ahora tenemos cerca de 10.000 prácticas anuales pero quisiéramos plantearnos prácticas más que en empresas, podemos hacerlas en entidades sociales o en la propia universidad, porque tenemos muchos servicios que nos lo permiten.

Al final del II Plan Director del Euskara (2013-2017), ¿cuáles deben ser los retos futuros?

Primero hay que cumplir el plan que está en vigor, que nos comprometemos, y en el tercer plan me gustaría que todas las asignaturas obligatorias prácticamente de todas las carreras se pudiesen impartir en euskara. Otra cuestión son las optativas, que dependen más de la demanda, siempre y cuando la matrícula de la titulación no sea como la de Náutica, donde es una entrada pequeña. Me parece muy importante fomentar el uso del euskara en todos los ámbitos de la universidad.

Se fijan como objetivo el desarrollo del campus transfronterizo con la Universidad de Burdeos, ¿en qué ámbitos?

Se está trabajando en vinculación entre proyectos de investigación de todas las áreas de conocimiento. Hay un laboratorio de Física y otro de Ingeniería, y luego hay grupos en Bellas Artes, en Ciencias Sociales... Por otra parte, están las tesis en cotutela, tenemos ya 30 firmadas para su desarrollo, aún no se han defendido, pero vincula mucho a los grupos de investigación y forma a doctorandos y doctorandas. Trabajamos mucho también en el PAS, viendo cómo trabajan allí y cómo lo hacemos nosotros. Si queremos hacer un campus real se tienen que conocer ese personal y luego en el grado queremos fomentar la movilidad, lo mismo que en Erasmus y otros destinos. No solo con la Universidad de Burdeos, el eje Euskadi-Aquitania-Navarra es otro de nuestros proyectos estratégicos.