Travesía de 15 horas para mantener la renta de 6 goles
Anaitasuna partió de madrugada desde Iruñea y llegó a casa del Csurgoi conlos problemas añadidos de la baja de Gastón y varios jugadores renqueantes.
A pesar de la diferencia de seis goles obtenida en el encuentro de ida en Iruñea ante el Csurgoi húngaro (27-21), el técnico del Helvetia Anaitasuna, Juanto Apezetxea, se mostraba más preocupado o precavido de lo normal en la previa del enfrentamiento de vuelta (16.00) que les puede llevar a disputar la fase de grupos de la EHF Cup.
El preparador es consciente de que «allí vamos a sufrir un montón». Sabe perfectamente que «no hay que engañarse por los seis goles de ventaja, porque fue un partido muy equilibrado». Pero hay más, porque el choque de vuelta viene precedido por un sinfín de contratiempos. Los primeros, en clave de lesionados o serias dudas para jugar además del dañado de larga duración Sergey Hernández. Y es que Álvaro Gastón finalmente se ha quedado en Iruñea por el proceso febril que arrastra desde el miércoles, mientras que Oleg Kisselev, Eric Balenziaga y Alejandro Garza forman parte de la expedición a pesar de estar renqueantes.
A ello hay que sumarle el eterno viaje que ha tenido que hacer la plantilla para llegar hasta Csurgó (Hungría) debido a la huelga de pilotos de Lufthansa. Un total de 15 horas ha necesitado el equipo después de partir a las 3.00 del jueves de Iruñea, coger a las 6.45 el vuelo Bilbo-Bruselas, otro vuelo a las 13.55 para llegar hacia las 16.00 a Zagreb (Croacia) y de ahí partir en autobús cerca de dos horas hasta pisar la pista del Csurgoi KK.
«Realmente vamos a llegar fatigados», apuntó Apezetxea, refiriéndose también a los problemas de alimentación y al poco tiempo para dormir debido a que varios jugadores estudian y otros trabajan. «Confío en que ante este tipo de situaciones el grupo busque un estímulo más de refuerzo», finalizó el técnico.
Bidasoa-Irun, a Cuenca en Liga
El Bidasoa-Irun también ha viajado –en su caso a Cuenca en la Liga Asobal (18.30)– preocupado con la cantidad de jugadores tocados, algo que para el entrenador Jacobo Cuétara «es una dificultad para seguir creciendo». Del rival destaca «su solidez defensiva y su rendimiento cuando juega en casa».