Anaitasuna, entre los 16 mejores de la EHF Cup
Pese a las bajas y miles de contratiempos parallegar a la localidad húngara de Csurgó, losiruindarras supieron mantener la renta de seis golesobtenida en la ida y se meten en la fase de grupos.
CSURGOI KK 30
ANAITASUNA 26
La plantilla del Helvetia Anaitasuna por fin podrá descansar... ¡O no! El equipo navarro supo mantener la renta de seis goles con la que viajó durante 15 horas hasta Csurgó, localidad húngara, y estará entre los 16 mejores equipos de la EHF Cup.
A pesar de la derrota ayer por cuatro goles (30-26), no cabe duda de que la vuelta a Iruñea será mucho más amena que la travesía hasta tierras húngaras, donde Anaitasuna se dirigió casi sin descanso tras su compromiso liguero y teniendo que hacer frente a interminables contratiempos, como las bajas de varios jugadores y la huelga de pilotos de Lufthansa, lo que trastocó todos los planes del club y del técnico navarro.
En la previa del choque Juanto Apezetxea había advertido de la gran dificultad del encuentro ante el Csurgoi, y ya para los catorce minutos, con un 7-4 desfavorable, se vio obligado a pedir tiempo muerto. Su equipo reaccionó con un parcial de 2-4 para situarse a un gol (9-8, m.20).
Nadoveza y Ugarte acortaron las diferencias, con un seguro Nordlander en la portería que, junto con una buena defensa y el ritmo imprimido por Erik Balenziaga al final de la primera parte, permitió al Anaitasuna llegar al descanso con un 14-12 que favorecía sus intereses.
Controlando las diferencias
El Csurgoi salió fuerte en el segundo periodo (16-12, m.33), pero el Anaitasuna aguantó con una sólida defensa y los goles claves en momentos delicados de Ugarte, el hombre del partido, con un total de 9 goles.
Apezetxea jugó los últimos quince minutos con dos centrales (Balenziaga y Mota) para llevar el ritmo del encuentro y, a falta de nueve minutos para el final, alcanzó el gol 22 (23-22, m.51), lo que allanaba más el camino al dejar al Csurgoi en Iruñea en 21 (27-21).
El conjunto iruindarra, con solo cuatro goleadores en sus filas –Guimaraes fue el segundo anotador con 8 goles–, logró empatar el choque a falta de siete minutos y llegó a los últimos cinco con igualdad (25-25).
A pesar de encajar un 5-1 final, no vio peligrar la clasificación para la liguilla de la competición continental gracias a la ventaja conquistada hace una semana en la capital navarra.
La alegría estaba servida, y los jugadores y técnicos lo festejaron por todo lo alto, tanto en la pista –el tierno pero al mismo tiempo efusivo abrazo de Balenziaga con su padre lo decía todo– como en los vestuarios.