Leo en prensa que Comptos da un soberbio tirón de orejas al anterior gobierno de UPN con el TAV. En su informe, la Cámara navarra, habla de un proyecto estimado en 3.000-4.000 millones de euros, planteado en una época de bonanza económica que ha cambiado radicalmente y que nada tiene que ver con el actual escenario. Indica también que los problemas financieros de las administraciones y las exigencias (que no cesan) de Europa respecto al déficit, han incidido en el proyecto, ralentizando e incluso paralizando sus tramos. Comptos dice que Navarra ha gastado 86 millones en el TAV y el Estado ha devuelto hasta el momento 35,6 millones, por tanto, tiene pendiente devolvernos 45 millones de euros. Y todavía dice muchas más cosas, pero no quiero aburrir al lector.

Ante esta situación, la Cámara de Comptos pide una respuesta clara sobre la continuidad de las obras o su ralentización. Y yo me pregunto, ¿no contempla dicho estudio la paralización del TAV? ¿No sería más lógico mejorar, modernizar y potenciar la actual red ferroviaria, sin necesidad de acometer ninguna obra? Es un hecho objetivo que la implantación del TAV ha dejado abandonado al tren convencional y se han cerrado líneas, servicios y estaciones de pueblos. Mención aparte merece el abandono de la red ferroviaria de mercancías. ¿Qué motivos hay para seguir con el absurdo TAV? ¿Por qué no podemos decidir los navarros sobre esta cuestión? Y lo que me parece más importante, ¿quién va a asumir responsabilidades por este tremendo fraude?