GARA
BILBO

ELA y LAB echan en falta presupuestos más sociales

Durante una exposición conjunta de sus respectivos análisis sobre las políticas presupuestarias en Hego Euskal Herria, ELA y LAB indicaron que tienen «voluntad de trabajar con quien comparta diagnóstico» en esta materia para movilizarse con el objetivo de «dar centralidad a la realidad social» de las trabajadoras y los trabajadores. Además, criticaron a los gobiernos de Lakua e Iruñea, a los que instan a no respetar los límites impuestos por el Ejecutivo español.

ELA y LAB convocarán movilizaciones para intentar condicionar las políticas presupuestarias y fiscales, con el objetivo de «transformarlas» poniendo «en el centro del debate» las necesidades sociales. Ambos sindicatos consideran que en estos momentos es «imposible» atender esas necesidades y, además, creen que no existe «voluntad» de cambiarlas ni en el Gobierno de Lakua ni en el de Nafarroa.

Por ello, en una comparecencia conjunta realizada ayer en Bilbo, avanzaron que en próximas fechas harán pública la convocatoria de movilizaciones. Ante la prensa comparecieron los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Txiki Muñoz y Ainhoa Etxaide, y los responsables de las áreas sociales, Mikel Noval y Bea Martxueta.

En vistas a ampliar la suma de fuerzas, Muñoz precisó que ELA y LAB tienen «voluntad de trabajar con quien comparta diagnóstico» en esta materia, teniendo como «referente» la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria.

La disciplina de Madrid

El dirigente de ELA aseguró que, teniendo en cuenta los presupuestos acordados en Nafarroa por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra y el acuerdo de gobierno firmado en la CAV por PNV y PSE, las políticas que se van a desarrollar en Hego Euskal Herria no van a servir para reducir las desigualdades sociales ni la precariedad laboral y tampoco para aumentar el gasto social, en sanidad, en educación o en «hacer las prestaciones sociales más dignas».

Como recogió Europa Press, Muñoz auguró que habrá «continuidad» con las políticas de los anteriores gobiernos que en la CAV dirigieron Patxi López y el propio Iñigo Urkullu y de los que en Nafarroa lideró UPN.

A continuación, denunció «el desastre» que supone que «toda la clase política se deje arrastrar» para aceptar «la disciplina presupuestaria» impuesta por el Gobierno español. Dijo que el cuatripartito que apoya al Ejecutivo de Uxue Barkos «hace suyas la política de disciplina presupuestaria», mientras que el PNV «defiende la bilateralidad» con el Estado para «aceptar el déficit público» que fija Rajoy.

Incidió en que «todo el cuadro político» presente en las instituciones de Hego Euskal Herria «acepta los límites que se ponen» desde fuera y con los que solamente es «posible» realizar «una política neoliberal».

Evidente sintonía

La secretaria general de LAB, por su parte, comentó que la conformación de los nuevos gobiernos en Lakua y en Madrid supone «poca novedad» porque ambos reclaman «la estabilidad institucional para seguir haciendo las políticas que han empobrecido a la sociedad», en ambos casos con «la izquierda estatal como fiel aliado». «Los dos han interpretado la situación y lo que toca, en estos momentos, es blindar el sistema», añadió.

De este modo, señaló Etxaide, el Ejecutivo de Urkullu no solo es «un gobierno subordinado», sino que también «comparte interés» con el Gobierno del PP, con el que tiene «sintonía evidente» en materia económica.

A su juicio, ambos gobiernos son «sinónimo de recortes en el sistema social». Advirtió de que «cada vez se está desprotegiendo a más gente», ya que aumentan las personas desempleadas sin prestación, que «no tienen ninguna cabida en los presupuestos». Por ello, esos recortes «son los más graves que se pueden hacer».

«Del proceso que están haciendo el resultado no puede ser otro», planteó la dirigente de LAB, que criticó que «se hacen las cuentas» con la patronal y con el Estado. Además, «lo primero que se paga es la deuda» a los bancos y en materia de inversiones se priman las «económicas» como el tren de alta velocidad. Por lo tanto, señaló que «con este orden de prioridades es imposible que se atiendan las necesidades sociales».

Defendió Etxaide la necesidad de impulsar movilizaciones «desde la convicción de que para cambiar las políticas hay que llevar al debate político las realidades que quedan al margen de los presupuestos». El objetivo es «dar centralidad a la realidad social» de los trabajadores y las trabajadoras.